OPINIÓN

ECONOMÍA OIL

Día de muertos energético (II)
07/11/2025

La Muerte También Consume Energía

 

**

Autosuficiencia energética.  En el México futuro la Catrina llegó buscando energía, pero no encontró. Las luces titilaban, la gente suspiró, sin autosuficiencia, el país se apagó. El petróleo se fue, la importación aumentó, la calaca sonriente a Pemex visitó. "¿Y la energía, mi gente?", preguntó con afán, "Ya ni para el café alcanza en el sartén". Las fábricas pararon, el metro ni arrancó, los niños en la escuela con frío se quedó. Sin energía propia, el futuro se oscureció, la muerte bailó triste, el país se entristeció. Por eso la Catrina nos viene a avisar, que México sin energía no puede avanzar. Si no cuidamos el sol y el viento al pasar, la muerte nos dará un apagón sin avisar. Ya lo sabes, paisano, ponte a reflexionar, que a la autosuficiencia debemos apostar. No dejes que la Catrina nos venga a regañar, mejor cuidemos la energía, ¡y a México iluminar!

Futuro Energético. En México la energía andaba de capa caída, la Catrina se reía y hasta luz ya se le iba, pues sin un plan concreto, ni futuro prometido, el país se quedaba apagado y adormecido. La refinería lloraba, el petróleo se escondía, la solar y la eólica, ¡qué raro!, ni aparecían. La muerte se paseaba por plantas abandonadas, sin innovación ni cambio, las cosas mal paradas. "Si no invierten en ciencia ni apuestan por lo verde, pronto este país bonito será sombra que no muerde. Los apagones vendrán y la gente lamentará, que al futuro energético nadie quiso apostar." La Catrina lo repite en cada esquina y mercado, México, sin energía, va directo al otro lado. Que sirva de advertencia esta calaverita breve: ¡Sin futuro energético, la muerte sí se atreve!

Robo de combustible. En una gasolinera perdida, la Catrina llegó sin pena, buscando gasolina en vida, y encontró una escena muy buena. Unos huachicoleros andaban, sacando litros de más, pensando que nunca los cachaban, pero la huesuda los vio nomás.

—¡Ora, muchachos bribones! ¿Creen que no los iba a ver?

Robando del ducto a montones, ya les toca su merecer. Le ofrecieron un tambo lleno, para que se fuera contenta, pero la Catrina, con desvelo, los anotó en su libreta.

En la pipa ya no hay gasolina, ni chance de echarle más, la calaca se los lleva en la esquina,

por robarse el combustible de más. Así termina esta historia, de huachicol y huesuda fatal, que se sepa bien en la memoria: quien roba, al panteón va a parar.

Al TEMC. En la frontera norte muy temprano se escuchó, un rumor que la Catrina rápidamente captó. Vestida de charra y con sombrero tejano, llegó bailando cumbia y mariachi en la mano. "¿Qué es esto del T-MEC?", preguntó la huesuda, "un tratado moderno que al norte nos sacuda. México, Estados Unidos y Canadá en unión, firmaron acuerdos con mucho corazón". Pero la muerte traviesa, con su risa tan helada, decía: "¡Tantos papeles y cláusulas no me asustan nada! ¿Acaso creen que el libre comercio los salvará, si al final todos igual al panteón llegarán?". El aguacate gritaba: "¡Ahora cruzo más veloz!", y el tequila presumía: "¡Ahora sí soy feroz!". Las fábricas en fila, con motores y tractores, no notaron a la calaca tomando sus labores. En Canadá hacía frío y allá el maple temblaba, viendo que la calavera también a Trudeau buscaba. Mientras en Washington Trump y Biden se escondían, pensando que a la flaca jamás verían. La muerte firmó un anexo con tinta de chocolate, pues le encantó el mole y el maíz del debate. "Me llevo un TLCAN, pero el T-MEC me lo quedo, ¡porque el comercio con huesos también yo lo heredo!". Así la Catrina contenta el tratado revisó, y entre risas y esqueletos la frontera cruzó. Porque ni el T-MEC se escapa de la tradición, de una calaverita y un buen panteón.

Espero que haya sido de su agrado. FIN (– Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)





DEJA UN COMENTARIO