PARADEROS

Cuentas públicas, una asignatura pendiente en transparencia: viene la prueba


Por la vía rápida en comisiones la Cámara de Diputados aprobaron el jueves pasado las cuentas públicas de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de los órganos autónomos y los 17 ayuntamientos del estado.

Veremos qué sucede el lunes en el pleno. Los diputados de Morena no pueden dejarle una casa tirada al sucesor. Antes por lo menos se discutían desde la tribuna, se armaban debates de por qué tal cuenta pública no debía ser aprobada. Los legisladores de oposición sacaban a relucir datos y evidencias de presuntos actos de corrupción que ni por asomo figuraban en el dictamen.

Inclusive, las discusiones entre legisladores eran álgidas por momentos, se tardaban horas debatiendo un solo dictamen. El jueves, sin ninguna objeción, se aprobaron los 26 dictámenes.

Antes había tres comisiones Inspectoras de Hacienda, cuyos integrantes se encargaban de hacer una inspección física y documental de las obras que aparecían con observaciones en el informe de resultados que el OSFE entrega al Congreso local año tras año.

Esas comisiones fueron eliminadas con la reforma a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, en este sexenio, para dar paso a la creación de la Comisión de Auditoría Gubernamental y Cuenta Pública. Los diputados ya no revisan las obras observadas por el OSFE, abandonaron esa supervisión en detrimento de la transparencia y rendición de cuentas.

Solo califican con base a los informes proporcionados por el ente fiscalizador, documentos que, si se revisan a detalle, se podrá advertir que dicen muy poco del manejo de los recursos públicos.

Con esos cambios en la legislación perdió la transparencia. El dinero público es una tentación para quienes no tienen vocación de servicio ni actúan con rectitud ni honestidad.

Ejemplos abundan y denuncias públicas sobre actos de corrupción se siguen dando, pero hasta ahora ningún servidor público del nivel que sea, ha sido llamado a cuentas. Tal parece que la instrucción presidencial no se cumple al pie de la letra, porque ni cero corrupción ni cero impunidad. En la tierra del presidente es donde más se debe predicar con el ejemplo.