En Tabasco y en México los candidatos pelean por los indecisos

En Tabasco y en México los candidatos pelean por los indecisos

A estas alturas de la Campaña Electoral que nos traemos entre manos en México y Tabasco todos los caminos por la pelea por los votos nos llevan a los indecisos que se estiman en un 25 por ciento y que por tanto pueden definir las elecciones. Si bien a nivel nacional está claro que va arriba Andrés Manuel López Obrador, las mediciones comienzan a registrar un previsible estancamiento de las preferencias y un crecimiento lento pero sostenido de Ricardo Anaya. Si tenemos en cuenta con que en las últimas elecciones celebradas en nuestro país y en Tabasco todas las encuestas, todas, se han equivocado tendremos un panorama de natural incertidumbre sobre como resultará esta consulta tan trascendental para todos. Lo cierto es que si sabemos que un 25 por ciento de los electores decidirán el futuro. Los indecisos ganarían todas las elecciones si al final se decidieran. Entre nosotros les queda poco tiempo para otorgar su favor democrático a un candidato o a otro, ya que ninguno le parece lo suficientemente cándido. De ahí que todos basen sus campañas no en airear la bondad de sus propósitos, sino en la ineptitud de sus rivales. Todos nos hemos convertido en críticos temporalmente implacables hasta que podamos decir eso de “creí que íbamos a ganar los nuestros, pero hemos ganado los otros”. A la aritmética electoral le falta un apéndice que explique el arte de conformarse. Ahí tenemos el ejemplo de Maduro, al que han echado, pero no quiere irse, Los que están en el poder en el gobierno no quieren abandonar los privilegios y parecen amarrados al sillón. Y en la oposición, -que también tiene poder- si se es ser un buen observador, quizás ellos eran más felices cuando deseaban mandar, que cuando están a punto de mandar. Entre los candidatos el que parece que tiene más posibilidades es Andrés Manuel, que es el que promete más. Ha dicho todo, o parte, de lo que quiere hacer si llega a los Pinos, pero desdichadamente no se ha extendido en explicarnos cómo se hacen esas cosas, y de donde va a sacar el dinero. Su terrible agenda, resumiéndola, se parece bastante al consejo de aquel entrenador futbolístico: “Cuando tires a puerta, hazlo siempre raso y pegado al poste”. Lo suyo se puede comparar con las instrucciones de aquel maitre de cocina para comerse a un caníbal, pero ya sabemos que prometer no ha arruinado nunca a nadie. AMLO tiene encanto. Alguien dijo que es algo que tienen algunas personas hasta que empiezan a creerse que son encantadores. A MORENA, en Tabasco, con Adán Augusto para candidato a la gubernatura, se trasladan las preferencias de voto de su líder, AMLO, con inusitada exactitud. A la priista Gina Trujillo la suerte le sonríe y ha logrado separar a su partido de su candidatura y las encuestas buenas, las reales, le dan muy por encima de su candidato Meade. Gerardo Gaudiano, del Frente, padece el efecto contrario y refleja muchos menos votos en proporción local, que a su candidato Anaya. Eso sí, en Tabasco los tres punteros simulan llevarse muy bien, aunque se odien cordialmente, y aspiran a llevarse el gato escaldado al agua. Posiblemente el segundo debate local defina mejor las cosas y comenzarán a perderse las buenas maneras.