Encuestitis, el deporte del momento

Las empresas y quienes se dedican a tal actividad, por fortuna, con la madurez que ha alcanzado el electorado mexicano --y en base al desempeño en los diferentes procesos electorales-- hoy podemos decir que ya son pocos quienes se van en la finta en relación con sus resultados.

Sin duda, lector querido, habrá usted observado que –como sucede siempre en tiempos electorales-- un asunto que se ha convertido en el deporte favorito de los últimos tiempos es el de la diversidad de encuestas que ponen un ingrediente extra a las competencias políticas.

Las empresas y quienes se dedican a tal actividad, por fortuna, con la madurez que ha alcanzado el electorado mexicano  --y en base al desempeño en los diferentes procesos electorales-- hoy podemos decir que ya son pocos quienes se van en la finta en relación con sus resultados.

Pero lo más interesante, es que con sorpresa vemos cómo según el conducto o medio que difunde la encuesta, esa circunstancia para algunos sirve para infundir en la ciudadanía la confirmación de que el arroz ya se coció.

Esto es, se le otorga tal seriedad a la información y como todavía hay quienes caen en el garlito empiezan el festejo anticipado de la victoria.

Parecería entonces, que poco importa ya llegar al día de la elección, fincándose una artimaña no prevista por cierto en la normativa legal que regula el proceso electoral; de ahí que no puede haber alguna sanción si es que alguien quisiera quejarse de que las encuestas fueron el motivo que impactó el resultado que no les fue favorable.

Ahora bien, con independencia de lo que las casas encuestadoras, según la información con que cuenten y el procedimiento o método que utilicen para fundamentar sus estudios de opinión, algo que no se puede soslayar, es que inmersos en esa actividad y por ser un derecho que tienen para hacerlas, es obvio que subsiste un interés de aquellas para tratar de convencer a la ciudadanía sobre quien seguramente será el vencedor o vencedora de la elección.

En ese sentido, al final del día, la encuesta que demostrará a plenitud el resultado del proceso, será lo que quede plasmado en las actas de las casillas donde se asentará como fue la participación de los votantes.

Dentro de todo esto, un dato que vale la pena destacar y ya lo han advertido algunos, es que de confirmarse lo que algunos ya afirman que la ganadora será la candidata presidencial de Morena y aliados, es que el triunfo de ésta, de ser así, será producto en buena medida, gracias al liderazgo del Presidente Andrés Manuel López Obrador cuya labor le ha permitido gozar de un alto porcentaje de simpatía.

Sin embargo, hay que admitir que la abanderada del movimiento guinda ha generado simpatías, pero a decir verdad nadie sabe con exactitud el porcentaje, lo que sí se puede destacar es el significativo empuje que a su campaña le ha brindado la labor del mandatario tabasqueño.

Por otra parte, en cuanto a la oposición hoy conformada por la unión del PRI, PAN Y PRD, además de la participación en solitario de Movimiento Ciudadano, algo que algunos tal vez no alcanzan a ver es que se han mantenido en la lucha, con aciertos o desaciertos; no obstante y ya se ha dicho muchas veces, no hay que confiarse pues está visto que la política no es como las matemáticas donde siempre dos más dan cuatro. Cuidado!, puede haber sorpresas pues en realidad las cartas la tienen en sus manos los votantes.

Lo que si se observa y muy claro es el hecho de que en el actual proceso electoral se está dando una competencia real, auténtica, sin simulaciones y pronto veremos, el 2 de junio –como dice el vulgo popular--  de que cuero salen más correas.

Desde luego que para ello es muy importante que la ciudadanía salga a cumplir con ese derecho consagrado en nuestra Constitución de emitir su sufragio ante las urnas. Que nadie se quede en casa.

Es un derecho, pero también es la base fundamental para poder exigir a quien resulte vencedor o vencedora que cumpla lo que prometieron en sus campañas electorales; y ante todo, más importante será demostrar que los mexicanos tenemos madurez política y estamos preparados para construir gobiernos sustentados en la libertad y democracia ciudadana.(alta-mayorahoo.com.mx)