Misión escolar, enseñar a pensar

SOY EL QUE A VECES describe videos, con el fin de que algunos más los busquen y vean y de ser posible asimilen el mensaje

SOY EL QUE A VECES describe videos, con el fin de que algunos más los busquen y vean y de ser posible asimilen el mensaje. El vídeo: un bolero habla. Un cliente escucha. Es en cualquier parque o plaza de una ciudad. Mientras engrasa los zapatos, el bolero expone una anécdota supuestamente sobre Albert Einstein, el físico. "Así que no crees en Dios, Albert. A ver, explícanos por qué. Y Albert responde: Yo no creo en Dios, yo pienso en dios. Porque creer me aquieta en el pensar. No necesito pensar, porque ya creo. Por eso yo no creo en Dios. Yo pienso en Dios. Pensar en Dios me mueve, me activa. Al morir la persona que cree, la creencia se queda en la tierra. En cambio el pensar se integra a la energía del universo".  Palabras más, palabras menos, ese es el mensaje: ¿Creer o pensar? El cliente aplaude al bolero que filosofa.

OCURRENCIA MÍA NOMÁS, como un símil del pensar en el ser humano: como si metemos los ingredientes que se van a mezclar en el vaso de la licuadora, solo que no hay corriente, o habiendo esta, el aparato no tiene la cuchilla que al dar vueltas a x revoluciones por minuto, despedaza literalmente todo y lo mezcla. O las cuchillas no tienen filo. Así en el cerebro humano para pensar. Podemos tener todos los conocimientos posibles, pero si esa función de pensar no la tenemos en orden, con claridad y con lógica, de nada o poco sirve el aprendizaje. Por eso se le llama "aprendizaje significativo", cuando el individuo piensa ya incluyendo a los nuevos conocimientos. Lo de "significativo" es porque ya forma dicho aprendizaje parte de la persona. Es decir, la licuadora ya mezcló bien. Hubo ingredientes, licuadora, energía y cuchillas bien afiladas.

LA ESCUELA DEBE ENSEÑAR a pensar. No siempre lo logra. Porque el objetivo general no es claro, o es retórico, confuso, inviable, mucho muy general, o confuso. Entonces se pierden ciclos escolares que van a trompicones, entre la burocracia, la desmotivación y muchos otros factores que inciden en el proceso de enseñanza aprendizaje. Si la educación es responsabilidad de todos, la escuela tiene su parte de responsabilidad, como la tiene la familia, el barrio, la iglesia o templo, los medios de comunicación, el gobierno con su inversión, sus regulaciones sobre publicidad, entretenimiento, consumo, etc.

UN TEMA SIEMPRE pendiente va a ser la Educación pública y su marco de mando, el artículo tercero constitucional. Y refiero pendiente por escribir, para reflexionar sobre ella, dentro de un análisis tipo FODA, donde expongamos sus Fortalezas, sus Oportunidades,  Debilidades y Amenazas. Más allá de discusiones estériles, siempre nuestro reconocimiento a ella, en virtud de que gracias a la escuela pública la mayoría de mexicanos tuvimos oportunidad de acercarnos al aprendizaje de conocimientos, desde el leer y escribir, básico, hasta otros tantos conocimientos que nos permitiera la movilidad social, que en muchas casos así fue, sino el comprender un poco más sobre nuestra existencia en el universo, y decir esto no es poco. Aún andamos aprendiéndolo.

NO ES FÁCIL EXPLICAR sobre el pensar. Esto lo pueden hacer mejor los especialistas. Pero sí tengo la certeza y la compartimos todos o la mayoría de que la actividad de pensar es la que nos mueve en todos los sentidos. Es la que nos permite tomar un camino u otro. Es la que nos moviliza o inmoviliza. Pensar nos mueve a orientarnos en el caos. A apegarnos a las ideas o a las cosas. A leer y gozar en ello. A detestar esto o aquello o a amar esto o aquello. Nos mueve al odio, al amor, a la amistad, a ser solidarios o egoístas. A levantar la escoba si está tirada o a brincar sobre ella.  (Estos apuntes continúan mañana)