Evaristo: Rompiendo viejos paradigmas

Evaristo: Rompiendo viejos paradigmas

Con el ánimo de hacer un relato de hechos comprobados, y no una loa gratuita, todo parece indicar que Evaristo Hernández, Presidente Municipal de Centro, ha vuelto a nacer a la política. En este nuevo mandato al frente de la comuna de la capital de Tabasco, se está desprendiendo de todos los paradigmas tóxicos que le han venido acompañando durante toda su trayectoria. Además, se está rodeando de la gente adecuada y está teniendo mucha suerte, circunstancia imprescindible para ejercer cualquier actividad. En esta nueva etapa de su carrera llegó con un aluvión de votos incontestables, de esos que legitiman a cualquiera. Y por primera vez se ha encontrado con un jefe político que no solo le respeta, sino que se declara su amigo y que “apuesta por Evaristo”. Ese es Adán Augusto López Hernández, Gobernador, que además le demuestra todo su apoyo, especialmente cuando se cancela la venta del edificio del ayuntamiento para trasladarlo fuera de la ciudad, lo que sin duda es un espaldarazo al alcalde de grandes dimensiones. No solo eso sino que en repetidas ocasiones se ha fotografiado con él en “modo abrazo”, nada protocolario, sino claramente afectivo, para que a nadie le quepan dudas de que en realidad llevan una relación sincera y para nada “escénica”. Cuenta Evaristo con el respaldo del grupo mayoritario en la Cámara de Diputados tabasqueña, con MORENA, lo que no es poco y que claramente le ha apoyado en sus denuncias contra Gerardo Gaudiano por mala gestión y por posibles comportamientos delictivos. Y en las recientes inundaciones que hemos sufrido en Villahermosa, Evaristo salió rápidamente a dar la cara junto con el Gobernador Adán Augusto y su equipo, dejando en claro que la responsabilidad de las inundaciones es compartida con la ciudadanía, que si no evita conductas incívicas como tirar la basura a las calles que luego tapan el drenaje, no se podrá evitar la inundación de nuestra ciudad por más mantenimiento que tengan los cárcamos ya famosos. El propio Evaristo hizo presencia en las calles de madrugada comprobando y supervisando todo el operativo implementado. Antes de tirar a la calle esa botella de plástico o cualquier tipo de basura reflexionemos sobre las consecuencias de nuestra conducta. Reflexionar una vez al año no hace daño. Es bueno para todos, incluso para los que no están entrenados, porque pensar es someter a juicio antes de elegir. Pero volviendo a la reinvención de Evaristo. Desde que incorporó a Juan Carlos Castillejos a su equipo como portavoz, pero también como cuidador exquisito de su imagen, incluyendo su apariencia física, está muy equilibrado, satisfecho de cómo le va en su nueva aventura de gestionar a Centro con las expectativas que  esto le abre para buscar otros retos, si lo hace bien. Por eso parece que maneja la serenidad de manera abundante, muy diferente a como le hemos conocido no hace mucho tiempo. Con firmeza, hace sus declaraciones y posicionamientos y denuncias, pero con esa tranquilidad que proporciona saber íntimamente que se está procediendo en conciencia y honestidad. Cuando dos no quieren reñir, basta con que uno se arrepienta y abdique de sus convicciones para que la pelea prosiga. Evaristo no parece reñir como antes con el primero que se le ponía por delante. Cuando no se pueden resolver las diferencias es preferible que se disuelvan ellas solas, pero hay que agitarlas mucho antes de que nos las traguemos todos. Hay cócteles que consiguen hacer intragable algunas bebidas que amamos por separado, pero los barmans políticos jamás han sido piadosos con sus clientes. Tienen en cuenta su corazón, pero no su hígado. Hay que saber pactar, incluso con el diablo, que también es un pobre demonio, si se pretende salir del barullo actual.