FELIZ AÑO NUEVO

Todo es relativo en esta vida. Celebramos el “Año Nuevo” en gran parte del mundo occidental

Todo es relativo en esta vida. Celebramos el “Año Nuevo” en gran parte  del mundo occidental, en nuestro primero de enero, pero para los chinos, los tailandeses, los musulmanes, los judíos, los indios,   como en otras culturas, no es la misma celebración. Ellos llevan su propia cuenta, solar o lunar,  conforme a otros calendarios. Y nuestro mismo calendario occidental es relativo: las 12 de la noche en Villahermosa, no son las 12 de la noche en Tijuana y menos en Madrid. El verano en México, es el invierno en Argentina.

El año 2023 de nuestra era, está calculado sobre una base falsa. El monje Dionisio, llamado “el exiguo”,  en el siglo VI  fijó equivocadamente el nacimiento de Jesucristo en el 754 de Roma, y siglos después, este  cálculo erróneo sirvió para fijar la cronología de la Era Cristiana. Herodes, el que ordenó la degollación de los Niños Inocentes,  murió en el año 749 de Roma, y este si es un dato histórico,  por tanto, Jesucristo tuvo que haber nacido antes y si su nacimiento es la base de nuestra era, estamos entrando al 2030, o tal vez al  2033?

La festividad del año nuevo es muy antigua. Los egipcios y los babilonios ya realizaban rituales para celebrar el advenimiento del nuevo ciclo. Muchos pueblos basados en la agricultura fijaron el año nuevo en el equinoccio de primavera. Otros en el solsticio de invierno, celebrando el nacimiento del sol. En ambos casos, la base fue la rotación de la tierra alrededor del sol. Otros pueblos  fijaron el año nuevo considerando otros motivos  y en base a los movimientos de la luna. Tal es el caso de los chinos, los judíos y los musulmanes.

“Yom Terúah”, según la Torá , “Rosh Hashana”  el nombre hebreo para el año nuevo, y significa literalmente “La cabeza del año”. En esa fiesta, los judíos conmemoran la creación del mundo. A diferencia del calendario gregoriano que nos rige, los judíos llevan su propia cuenta.  Para ellos, el año 2023 corresponderá al 5784, que es lo que consideran tiene de antigüedad la creación, según la Biblia, aun cuando científicamente la tierra tiene una edad  de 4,500 millones de años.

En la cultura judía, el año nuevo, más que una celebración, es un tiempo de reflexión sobre errores cometidos, de penitencia, de introspección. De allí que este día y los nueve siguientes, sean conocidos como “yamim  noraim”, que significa “días de arrepentimiento”.  El año nuevo judío se fija en los primeros días del mes tishri, entre septiembre y octubre, que coincide con la primera luna llena de otoño. 

Los chinos, que tienen su propia cuenta,   celebran su año nuevo cuando aparece la segunda luna llena posterior al solsticio de invierno, entre los meses de enero y febrero, y el festejo dura 15 días. La luna llena anuncia el fin del frío y se adornan las casas, se encienden antorchas,  se aleja el mal y la gente intercambia regalos, baila y come durante esos 15 días.

Los musulmanes, más de mil  ochocientos millones  de seres en el mundo, se rigen también por un calendario lunar. Esta era se inicia el 16 de julio del 622 DC, que marca la huida de Mahoma de La Meca a Medina. Este día es el primero de la hégira, es decir, de la huida, y de esta fecha parte la cuenta de los años. Para los musulmanes, el 2023 será el año 1402 de su era, o calendario.

Para los indios su año nuevo ocurre aproximadamente el 13 abril, con ligeras variaciones según la región de la India, y también en base a las fases de la luna. En África varía la celebración del año nuevo según muchas de sus regiones.

Existen mil maneras de celebrar el año nuevo.  Pero, en todas las latitudes y culturas, es el momento de decir “feliz año nuevo” y expresar nuestros deseos de que en el nuevo ciclo realicemos nuestros proyectos, que hayan ilusiones, esperanzas y  éxitos, y que  la felicidad invada  nuestros hogares.

Reciban,  pues, un abrazo.  Feliz año nuevo. Que haya salud, y mala memoria.