Plan personal 2024

Cuidar mis cinco sentidos, aunque no creerles en todo. A veces nos engañan


SER AGRADECIDO CON TODOS. Cercanos y lejanos. Mis pulmones siguen funcionando en lo vital de respirar y suspirar. Lo agradezco. Y como es función automática, casi ni reparamos en ello.

MI CORAZÓN SIGUE EN SU LATIR. Perdón por ser tan específico. Pero nada se hace sin él. A veces late de más, pero lo entiendo. Lo conozco bien en ese acelere desde la temprana y lejana juventud. Ahora lo que hago ya en esta edad es tomarme mi aspirina Protect, para ayudarle. No me confundo, no, en ese vibrar de más. Ir al cardiólogo, no estará de más.

MI PIEL SIENTE FRÍO Y CALOR. Con ella me presento en lo que soy. No me describo a detalle. Solo mi piel canela, piel morena. De esta parte del alegre sur. La piel se enchina ante circunstancias ajenas a mí. Y a veces suda frío. En mi entender es como sensor sobre lo que sucede a mi alrededor. Hay que hacer ejercicio en el 2024.

DONDE SEA ENCUENTRO motivos de risa. Que el 2024 siga igual. Como dice la canción, son las pequeñas cosas de mi alrededor. Ya crecen las plantas. La semilla germinó. La gallina puso los huevos de la reproducción. La tierra es ovalada y gira alrededor del sol. Mi mirada se pierde en la lejanía. Y la vuelvo a encontrar en ti.

CUIDAR MIS CINCO SENTIDOS, aunque no creerles en todo. A veces nos engañan. No hay ciego peor que el que no quiere ver, y el sordo no oye, pero bien que compone. La revolución no se hace desde un café. Y las críticas ofenden a las pieles sensibles. Hay que insistir en 2024. Ir al oftalmólogo. La mirada siempre es mejor con mayor precisión. Hay que leer, el que lee comprende. El que no comprende simplemente no sabe leer. Leer rostros y circunstancias.

NO DESCUIDAR EN LO QUE se lee. Buscaré películas, una por mes. De amor, claro que sí. De risa, claro que sí. Hay cuatro  como ejemplo. Puentes de Madison. La vida es bella. Casablanca. El tigre y la nieve. Y he de agregar cuatro o cinco más. Las qué nos hacen pensar.

NO FUI EL 2023 al circo ni al mar. Aunque seré franco, el circo lo miro en todas partes, el teatro lo miro en lo cotidiano. Y el mar lo confundo con el amar, que no es lo mismo ni tampoco igual. Solo que para que hubiera origen tuvo que existir el amor y el mar. Los de siempre dirán que es relación de imágenes forzadas. Y les doy toda la razón. Qué importa. Pensemos en el mar y en el amor. Sí, he de ir al mar. Necesito de su humedad y sal. Y de esa lección de las olas en el insistir.

HE VISTO ANCIANOS CORRIENDO. Los he visto bailar. Y cantar. Los he visto riendo. Y les aprendo. Hay que mantenerse en movimiento. Tanto en el desplazamiento del cuerpo. Como con la mente con su pensar. Hay que seguir leyendo a buen ritmo. Hay que insistir con la vida. Que la palabra escrita siga siendo alivio y grito, concilio y protesta. Que siga siendo búsqueda de luz para la claridad. Porque ¿Quién dijo que todo está perdido?

PRETENDO APRENDER UNA CANCIÓN cada semana. Aunque sea tres al mes. Estudiar algo más de inglés. Algo del pentagrama. De chino mandarín no. De dibujar y pintar sí. De leer más temas de filosofía. De aprender algo de magia. Fe alquimia. Algo de sicología. Algo de baile. Algo de cocina. De panadería. De asar mejor las carnes. Algo de albañilería. Algo de historia de guerras y del arte. Algo de algo.