Inconsistencias

Aún cuando hay evidencias de inconsistencias hasta risibles en el proceso electoral de este dos de junio, de acuerdo a especialistas en la materia, sería muy difícil anular la elección o revertir resultados, por la distancia y contundencia entre el primero y segundo lugar.

Tomando en cuenta que en la elección de 2018 en la que triunfó Andrés Manuel López Obrador, se revisó el 75 por ciento de las actas sin variación de importancia en el cómputo final, se lee muy difícil que en este último ejercicio, puedan registrarse sorpresas que alteren resultados.

En los terrenos municipales, se habla más de violencia electoral en cuanto al desarrollo de la jornada y de fallas en el sistema de conteo rápido, que podría considerarse hasta "normal" tomando en cuenta que el sistema de reclutamiento de funcionarios electorales del INE vía ciudadana, ya es obsoleto.

En este 2024, el INE autorizó la apertura de paquetes electorales en un 60 por ciento de las actas de escrutinio -15 por ciento menos que en 2018-, lo que hace suponer que en la elección presidencial, no habrá reacomodo dañino para Morena en los resultados.

Más vicios de operatividad de partidos y entre contendientes, es lo que marcó la diferencia - y las denuncias que se leen en medios de comunicación y redes sociales- en cuanto a las elecciones municipales, donde en algunas zonas del país se incendiaron las pasiones.

Amén de los señalamientos constantes de intromisión del crimen organizado en las llamadas "zonas calientes" del país, las variaciones entre ganadores y perdedores deberán ser resueltas por los tribunales en la segunda parte de este proceso, presumiendo que pueda ocurrir algo extraordinario.

México pues, se prepara para su primera mujer presidente, con una oposición que aún está buscando las placas de la aplanadora que le pasó encima y una explicación interna que les permita entender, en que parte del proceso perdieron la ruta.

Kybalión.- Si estimamos un comparativo de la última elección intermedia en Tabasco y de acuerdo a los especialistas de la materia, las 14 diputaciones plurinominales a repartir entre los partidos perdedores participantes en el proceso electoral del dos de junio, no tendría ninguna impugnación.

Se estima pues, que cada partido perdedor en la elección de legisladores, podría tener derecho a una curul por cada 24 o 25 mil votos.

En este contexto, el PRI que salva su registro arañando apenas el tres por ciento de participación con 31 mil sufragios, alcanzando una diputación; dejando además al PAN sin representatividad por  sumar  22 mil votos, ya con el registro perdido en 2021.

En el caso del PRD con sus 88 mil sufragios computados distritalmente, amarra tres diputaciones; el PVEM dos (pierde una) con 53 mil votos; el PT amarra dos al sumar 68 mil papeletas a favor; en tanto el MC, estaría en la puja con tres curules por sus 73 mil sufragios alcanzados.

Después de repartir los primeros 11 espacios, tanto PRD, como PT, MC y PVEM entrarían a la puja con el llamado "resto mayor" a fin de repartirse las últimas tres curules para el congreso local.

Veremos.