LA BARBARIE ANTE LA FALTA DE AUTORIDAD

Diario viajaba en vehículos manejados a veces por mujeres, y en ocasiones por carreteras angostas

Hace cerca de 30 años, en tratos con instituciones educativas, permanecí dos semanas en el centro de Inglaterra. Diariamente nos pasaban a buscar y teníamos juntas durante el día y a veces en la noche.

Diario viajaba en vehículos manejados a veces  por mujeres, y en ocasiones  por carreteras angostas, y se me volvió una verdadera obsesión  encontrar un bache, o un tope, y a pesar de mi persistencia nunca pude encontrar un solo bache ni un solo tope.

Tanto de día como de noche, cruzamos muchas intersecciones; a veces a altas velocidad, lo que me alarmó en un principio, pero después observé que en todos los cruces, alguno de los caminos estaba cruzado con una raya blanca, que señalaba alto total a los que venían por él. Y después de observar si no transitaba alguien,  ya lo podían cruzar. Cuando no había esta raya blanca, lo cruzaban a alta velocidad y que yo sepa, no habían accidentes.

Recordaba esto cuando viajé ayer a Paraíso, a una junta productiva  y grata  con la Presidenta municipal electa, con la desagradable sorpresa de que en la llamada autopista Cunduacán-Comalcalco, además de baches, ya abundan los topes, algunos altos, y de Comalcalco a Paraíso verdaderas carrilleras de topes, y no se digan baches.

Y si la autopista la vamos a llenar de topes, pues dejemos los automóviles y regresemos a las mulas, regresemos a los caballos.

Una industria floreciente. Para prevenir accidentes, la construcción de topes. La cultura arcaica y pedestre de construir topes hasta en callejones, en privadas,  y en fraccionamientos cerrados y bardeados. El retraso mental de una sociedad en decadencia.

La manifiesta barbarie, ante la declaración de ausencia de la autoridad, tanto para el mantenimiento de la carretera, como para imponer el orden aplicando el reglamento de tránsito a quien lo viole.

Los topes dañan los vehículos y estos daños si provocan accidentes, pero además dañan la salud de los viajeros,  producen desviaciones de la columna y desprendimientos de retina. Son soluciones pírricas que se dan en pueblos  bárbaros y que causan más daños de los que pretenden evitar.

Ojalá y nuestro amigo el Gobernador Adán Augusto López Hernández ponga el debido orden y corrijan estas salvajadas.