DOS ILUSTRES YUCATECOS Y TABASCO

Los tabasqueños recordamos con gratitud a dos ilustres yucatecos que en diferentes épocas fueron aguerridos defensores de la causa de Tabasco

Los tabasqueños recordamos con gratitud a dos ilustres yucatecos que en diferentes épocas fueron aguerridos defensores de la causa de Tabasco. Me refiero a Manuel Crescencio Rejón y a Víctor Manzanilla Schaffer.

La provincia de Tabasco, cuyo territorio al final de la colonia incluía la Laguna de Términos y la Isla del Carmen, según planos de la Nueva España de 1816, que allí marcaba su  límite con la provincia de Yucatán, es firmante del primer Pacto Federal, del Acta Constitutiva de la Federación Mexicana  del 31 de enero de 1824, y desde luego de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos promulgada el 4 de octubre del mismo 1824. El diputado por Tabasco en ambos documentos fue mi también ilustre antepasado don José María Ruiz de la Peña.

Pero en el primer constituyente hubo algunas voces que opinaron que Tabasco, por su escasa población, mejor apareciera como un Departamento de Yucatán, y fue precisamente un yucateco, don Manuel Crescencio García Rejón y Alcalá quien defendió en forma encendida la causa de Tabasco, que como ya dije, es un Estado fundador de la República Mexicana.

El otro yucateco  es don Víctor Manzanilla Schaffer, que cuando López Portillo  pretendió sacar adelante una reforma dando facultades metaconstitucionales a Pemex para que libremente dispusiera y se apropiara de cualquier terreno para la explotación petrolera, siendo Tabasco la entidad que mayormente sería perjudicada, y el Senador Víctor Manzanilla Schaffer se opuso a este despropósito y logró que la iniciativa no prosperara.

Don Víctor fue castigado  por esta osadía y enviado como embajador a China, aún cuando tiempo después fue rehabilitado y electo como gobernador priista de Yucatán.

Don Manuel Crescencio Rejón, ilustre jurista y legislador progresista de avanzada desde el primer constituyente, mandado al exilio por Agustín de Iturbide, es considerado como el Padre del Amparo, redactó la Constitución yucateca de 1841 en que incluyó su juicio de Amparo, que se aplicó exitosamente por primera vez en 1842 con el Amparo Valay. Más tarde Mariano Otero lo incluyó en una reforma federal y aparece en la Constitución a partir de 1857.

Impulsor del federalismo, la división de poderes, y defensor de las libertades, don Manuel Crescencio Rejón, muerto en 1849, fue también un gran precursor del movimiento de reforma, al igual que don Valentín Gómez Farías  o con mayores méritos que él.

Dejamos pues constancia de nuestro respeto, admiración y gratitud a estos dos esclarecidos yucatecos que en diferentes tiempos  han abrazado y defendido la causa de Tabasco.