La cabeza más fría que nunca: ante la catástrofe y la encerrona meteorológica

Las lluvias torrenciales han puesto al descubierto que seguimos sin estar preparados para afrontar los sucesos que estamos padeciendo

Las lluvias torrenciales han puesto al descubierto que seguimos sin estar preparados para afrontar los sucesos que estamos padeciendo. Inundada Villahermosa, y una buena parte del estado, con miles de personas con sus casas anegadas por segunda vez en 20 días y con la incertidumbre de que se nos anuncian peligros, aún mayores como el huracán ETA de fuerza 4, se entiende que los nervios de los ciudadanos estén a flor de piel y estallen de la peor manera. Es lamentable, pero así es. Por eso, en esos momentos, es cuando debemos de tratar de conservar la calma y recordar que los derechos son las libertades o beneficios de los ciudadanos y generalmente deben ser provistos por el Estado. Si, pero la diferencia entre libertad y libertinaje radica en que la libertad implica el respeto al otro, además de asumir las consecuencias que conllevan los actos y palabras ejercidos desde el libre albedrío, mientras que el libertinaje, no. Toda persona tiene derecho a expresar sus opiniones e ideas libremente, siempre y cuando la expresión de este derecho no vulnere los derechos de otros, no sean difamados ni sea expuesta su vida privada o su reputación. Por eso me llama la atención que cuando vecinos de Casablanca, con toda la razón pero sin cubrir el más mínimo requisito legal, se manifestaban airadamente, cerrando vías de comunicación y creando situaciones violentas con los automovilistas y transeúntes, violando sus derechos, fueran reprimidos por la policía que hizo cumplir la ley, un supuesto “reportero”, demostrando ignorancia supina y falta de oficio, manifestara que los agentes de la ley estaban haciendo un “desalojo” sin orden de un juez, como si fuera necesaria para rescatar las vías de comunicación públicas. Libertad es el derecho de todo ser humano a conducir su vida eligiendo sus propias acciones. La libertad implica autonomía de pensamiento, palabra y obra. Libertinaje es actuar con desenfado, haciendo uso del derecho a la libertad pero sin asumir las consecuencias de los actos realizados. El libertinaje puede ser una amenaza para la convivencia social porque implica transgredir las normas, sin importar los resultados. Los ciudadanos a veces olvidamos que además de tener derechos, también tenemos que cumplir con ciertas obligaciones. Las obligaciones son los compromisos o responsabilidades que adquieren los ciudadanos en el ejercicio de sus derechos. Esto quiere decir que no existen derechos sin responsabilidades, y viceversa. Los derechos y obligaciones son un conjunto de normas creadas para fomentar la convivencia social y las relaciones entre los ciudadanos y las instituciones. La diferencia entre derechos y obligaciones es que los derechos procuran beneficios del Estado hacia los ciudadanos, mientras las que las obligaciones imponen responsabilidades de los ciudadanos hacia el Estado y las leyes. Los derechos son las disposiciones o garantías que tienen las personas para poder disfrutar de una serie de libertades que deben ser provistas por el Estado. Las obligaciones son una serie de responsabilidades que deben ser honradas por los ciudadanos, y en muchos casos, como en este que nos ocupa del bloqueo ilegal de los vecinos de Casablanca, su incumplimiento puede acarrear sanciones legales. Los ciudadanos están en la obligación de promover una convivencia social armónica mediante el cumplimiento de las leyes y también de todas aquellas acciones establecidas por mecanismos legales que contribuyan a la paz ciudadana. Insisto en que es comprensible que todos estemos nerviosos porque en cierta medida nos encontramos acorralados por los acontecimientos meteorológicos que nadie puede controlar, pero precisamente por eso hay que tener la cabeza más fría que nunca.