La revolución, la gran transformación

Sus causas y sus efectos, el caso de Yucatán

Dos oaxaqueños fraccionaron la península de Yucatán. Y si en Mérida se declararon ultraconservadores, en Campeche se erigieron como liberales y la rivalidad los llevó a la confrontación.

Fue el Presidente Benito Juárez quien funda el Estado de Campeche mediante Decreto del 19 de febrero de 1862, con los territorios de los anteriores Departamentos de Campeche y Carmen, segregados de Yucatán, el primero y de Tabasco el segundo.

Según los múltiples planos de la colonia, la provincia de Yucatán llegaba  hasta Isla Aguada, el límite con la provincia de Tabasco, que incluía a la Isla de Tris  y la Laguna de Términos.

De Villahermosa partieron en varias ocasiones a botar a los piratas asentados en la isla y finalmente el 16 de julio de 1717 Alonso Felipe de Andrade expulsa definitivamente a los piratas y funda el Fuerte de Nuestra Señora del Carmen, que dio origen al nombre de la población y de la isla.

El otro oaxaqueño fue Porfirio Díaz, quien 30 años después, en 1892, erige el Territorio de Quintana Roo, hoy Estado,  y mediante un Tratado regala a Inglaterra el territorio de Belice, reduciendo al Estado de Yucatán a sus actuales dimensiones.

Los derechos humanos no existían. Se aplicaba la Ley Fuga o la célebre frase  de don Porfirio “mátalos en caliente”. A más del genocidio de la Colonia, sufrimos el México bárbaro del porfiriato, durante el cual era mandato constitucional que el Presidente asistiera la instalación del Congreso los días 1 de abril y 16 de septiembre, y rendía un informe.

El 1 de abril de  1879, dijo “debido a la invasión que sufrió el estado de Yucatán por los indios bárbaros (sic) de Chan Santa Cruz, se ha dispuesto reforzar la guarnición federal y entregado armas para el uso de la guardia nacional” (contra los “invasores” mayas, en su tierra, en Yucatán.)

El 1 de abril de 1886. “El Batallón de Colonias, con 150 hombres, se dirigió el 7 de febrero a Jonotchen, y batió al enemigo (los mayas) que se retiró precipitadamente a sus guaridas, pero el enemigo sufrió grandes pérdidas en su retirada; la línea militar contra los indios, se halla cubierta con dos batallones de colonias y el 22 de línea. Los indios se encuentran reducidos  tras su descalabro. Se envían armamentos y municiones para poner en pie de guerra a estos batallones.”

El 1 de abril de 1901, dijo y firmó: “Se adquirieron el vapor Stanford y dos gabarras, se compró el pailebot Unión, otro remolcador llamado Alerta y se fletaron el vapor nacional “Romano” y el noruego “Guilda”, todo ello para impulsar la campaña de Yucatán (contra los mayas)”. Además “se ha dado el principio de la campaña contra la tribu de los mayas. El puerto de Xcalax se abre para combatir a los indios y el ferrocarril de Decauvielle con la bahía de Chetumal y el mar Caribe. El General Bravo ocupó Chan Santa Cruz y el General Vega Bacalar  su extensa laguna”. Familias mayas fueron enviadas a Cuba como esclavos.

El 1 de abril de 1902 manifestó: “Las operaciones de guerra contra los mayas siguen con gran éxito. El enemigo no presenta acción y es perseguido por nuestras fuerzas. El ejecutivo no desmaya en su esfuerzo por impulsar este movimiento civilizador” (sic) “Los indios, sin iniciativa para combatir, se limitan a huir y guarecerse en los bosques”.

El dictador, de origen mixteco, menciona a nuestros aborígenes fundadores de la extraordinaria cultura maya, con epítetos de “indios, salvajes, bárbaros, tribus, enemigos e invasores de su propia tierra”. Pero no logró exterminar a este ejemplar pueblo, esclavizando a sus supervivientes de esta guerra de genocidio, junto con miles de mayos y yaquis traídos de Sonora.