La transformación y el reto de la educación superior

En ese escenario, según un reporte del director de la Organización Mundial de la Salud

El COVID-19 ha puesto a prueba al mundo en un contexto en el que la población en general hace esfuerzos diarios por la sobrevivencia, auxiliados por personal médico e instituciones de salud e inclusive laboratorios prestigiados dedicados a la fabricación de vacunas orientadas a la inmunización en todos los sectores.

En ese escenario, según un reporte del director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom alrededor de 115 mil trabajadores de la salud (médicos, enfermeras, auxiliares, etc) han pagado con su muerte el hecho de atender, en un ambiente de riesgos cotidianos, a otros seres humanos afectados por la pandemia.

En México, de acuerdo a un informe de la Secretaría de Salud, hasta mayo pasado, en el país se habían confirmado 3,885 defunciones dentro del personal de salud a causa del COVID-19, además de 185 muertes sospechosas a la enfermedad. El reporte precisa que la ciudad de México, el Estado de México, Puebla, Veracruz, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Tabasco, Hidalgo y Tamaulipas son las 10 entidades con el mayor número de defunciones, 65% del total. (https://www.elfinanciero.com.mx/salud/2021/05/20/suman-3-885-muertes-en-personal-de-salud-a-causa-del-covid-19-en-mexico/). Obvio, a septiembre actual la cifra rebasa los 4 mil decesos.

La pandemia, sin duda, está mermando el número de trabajadores de la salud no sólo en México, sino en todo el mundo. Médicos y enfermeras en casi todo el orbe padecen agotamiento físico después de tanto tiempo de este problema de salud que a todos nos afecta.

Pero bueno, viendo hacia el futuro y ya estando en tiempos de la llamada 4T ¿qué están haciendo hoy nuestras universidades en cuanto a la preparación de nuevos profesionales de la medicina?.

Recientemente en la UJAT –nuestra querida Alma Máter tabasqueña— el estricto proceso de admisión echó por la borda las aspiraciones de más de 1,700 jóvenes que habiendo presentado examen no pasaron la prueba impartida por el CENEVAL que sólo dio como aprobada una matrícula de alrededor de 270 nuevos universitarios.

Y es aquí donde mueve a la reflexión, el análisis que en una parte de su libro “Hacia una Economía Moral” (páginas 56 y 57) nos presenta el Presidente Andrés Manuel López Obrador, vea usted lector querido:

“Uno de los saldos más nefastos de la política educativa privatizadora y del rechazo a los jóvenes –con la excusa de que no pasaban el examen de admisión— lo constituye el hecho irrefutable de que en nuestro país tenemos menos médicos generales y especialistas que los requeridos. Hoy existe un déficit de 123 000 médicos generales, 72 000 médicos especialistas y de más de 250 000 enfermeros. Solo en los 80 hospitales rurales del IMSS Bienestar, que ya visité, y que cubren una población de 12 000 000 de mexicanos sin seguridad social, faltan 262 pediatras, 160 cirujanos, 139 anestesiólogos y 394 médicos internistas”.

“Es evidente que, detrás de esa desatención por parte del Estado a la educación pública en los niveles medio superior y superior, había una concepción y una estrategia perversa.  El propósito deliberado era que la educación dejara de ser un factor de movilidad social y se convirtiera en un simple instrumento para sostener y legitimar un proyecto basado en el afán de lucro y la desigualdad. En otras palabras, la educación fue convirtiéndose en un privilegio, y a ello se debe, en mucho, la actual descomposición social, el abandono de los jóvenes y la ausencia de programas dirigidos al bienestar de los adolescentes”.

“En 26 años (de 1992 a 2018 dentro del período neoliberal) solo tres de cada diez jóvenes entre los 18 y 23 años tuvieron acceso a ese nivel (educación superior) de enseñanza lo que equivale a 29.4%. La Unesco ha establecido como parámetro de referencia para este nivel entre 40 y 50%. Es decir no estamos educando a los jóvenes que suman nuestro último bono demográfico. Esto significa que estamos obligados a duplicar la oferta educativa en el curso de los próximos años si no queremos que el país se siga hundiendo en el atraso, la ignorancia, la violencia y la falta de equidad”.

“Es indispensable, pues, cambiar la política en esta materia y hacer efectivo el derecho a la educación: no permitir la exclusión de nadie y garantizar el 100% de cobertura. Se debe eliminar el pretexto de los exámenes de admisión; el Estado debe garantizar el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles”.

Entrelíneas……

Lo señalado oportunamente por el Presidente AMLO, representa un reto enorme para las universidades públicas….bueno ¿y la UJAT estará a la altura de las circunstancias? *****Muy nítido el mensaje del gobernador Carlos Manuel Merino a los alcaldes salientes a quienes les dijo que espera terminen su gestión “de manera responsable y establezcan acuerdos con las autoridades entrantes” para llevar todo en orden en el marco de la entrega-recepción. Que nadie se diga engañado, después. (altar_mayor@yahoo.com.mx)