¿Y de ahí?: Las Mipymes, gran diversidad para la economía; requieren apoyos

Este es el Día de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), una fecha que promueve la Organización de las Naciones Unidas

Este es el Día de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), una fecha que promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para destacar el papel de la pequeña y libre empresa en la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. En particular, los objetivos sobre el fin de la pobreza, educación de calidad, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico, industrialización, innovación y desarrollo de infraestructuras, y la reducción de desigualdades.

Las Mipymes son la unidad económica fundamental de todo el sistema de mercado, en el cual la sociedad satisface sus necesidades. Desde luego que predominan las grandes empresas, esas que todos conocemos y a los que todos les hemos consumido alguna vez, sin embargo, en México se estima que 97% del total de las empresas registradas en el país son microempresas, 2% son pequeñas empresas y el resto, menos del uno por ciento, son las medianas y las realmente grandes.

Es decir, que son las Mipymes (las que tienen menos de 50 empleados, o incluso menos de 10), las que tienen mayor importancia en cuanto a la cantidad de empleos generados, así como las que más contribuyen al desarrollo económico de las pequeñas localidades o comunidades. Porque lo suyo es el intercambio de bienes y servicios de manera directa, a pequeña escala.

Las Mipymes aportan una gran diversidad a la economía, pues operan en una amplia gama de industrias y sectores, por lo que resulta necesario apoyarlas para impulsar la innovación y el emprendimiento. Con estímulos adecuados, son un nicho de creatividad para proponer nuevos productos así como la solución ágil de diversos problemas que puede haber en los procesos de producción o comercialización. Salvo algunos sectores y empresas muy específicos, las micro y pequeñas empresas son más flexibles que las grandes empresas, donde la creatividad y capacidad de adaptación pueden dificultarse por su mismo tamaño.

Hay que reconocer que las Mipymes han tenido momentos muy difíciles durante los últimos años, concretamente, a consecuencia de los estragos económicos producidos por la pandemia de covid y los confinamientos a que estuvimos obligados. Según el estudio sobre Demografía de negocios 2021. elaborado por el INEGI, en Tabasco más de 28 mil negocios tuvieron que cerrar entre 2019 y 2021, lo que significó casi un 38% de los establecimientos comerciales.

Ahora apenas empiezan a recuperarse, lo que se complicó a principios del año por los costos de la inflación, si bien a estas alturas del año parece haberse estabilizado, la recuperación puede verse afectada por otras situaciones muy puntuales, como la remodelación del Malecón de Villahermosa que afecta gravemente a las empresas que están en esa zona del centro de la capital de Tabasco.

Más allá de esas y otras situaciones particulares, la ONU busca destacar con este Día de las Mipymes cómo son estas unidades económicas los lugares en donde se articula el trabajo de las personas de modo que hacen posible el desarrollo económico con actividades que son clave para la toda la sociedad, y cómo estas actividades económicas se pueden ver en riesgo ante diversas crisis, que van desde lo propiamente económico o financiero, a lo social, como el desafío de incluir cada vez más a mujeres y jóvenes, no solo como empleados sino como emprendedores, entre otras.

Uno de los mayores desafíos para garantizar la viabilidad de las Mipymes y del sistema económico entero, no es puramente técnico ni social, como la inseguridad, sino una inquietante mezcla de ambos: el impacto de la crisis climática en la disponibilidad de ciertos insumos, sobre todo alimentarios, es una amenaza que permanece latente a medida que aumenta la población y disminuyen los recursos naturales no renovables.

Es cada vez más urgente que tanto los empresarios como la población en general tengan en cuenta este dilema clásico entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente, pues el desafío de continuar creciendo en lo económico pero con recursos naturales cada vez más limitados se va haciendo más y más inmediato, mientras que debemos hacer lo posible para impedir que continúen en el rezago los sectores sociales que han sido menos favorecidos.