Lección de la Flor de sangre

LA PLANTA FLOR DE SANGRE (también conocida como centella, scadoxus multiflorus) amaneció con dos maravillosas flores

LA PLANTA FLOR DE SANGRE (también conocida como centella, scadoxus multiflorus) amaneció con dos maravillosas flores. La planta es una especie de lirio por sus hojas. Esa la traje de un terreno lejano. Al verla con su flor me dije: "yo quiero una en la casa". La pedí y me la dieron. Era el camote y tres hojas lanceoladas como de 30 centímetros. Di las "gracias". Y emocionado la trasladé.

Y BIEN. LLEGANDO A CASA la sembré cantando, le puse tierra negra mezclada con tierra amarillosa. Y así, la iba regando, según la recomendación, cada semana. La tenía al sol, tal cual debe. Solo que poco a poco las hojas resintieron el traslado y desaparecieron como en el transcurso de dos meses. Y literalmente me olvidé de ella. Sí, le había puesto fertilizante. Y recordaba que nada de atenciones las mata, y lo contrario, el exagerar en atenciones las mata también.

ASÍ QUE ADIÓS MI FLOR DE SANGRE. Ya tendré otra oportunidad de conseguir una, sea regalada, comprada o expropiada si estuviera en el exterior de una casa, digamos en una banqueta. Perdí entonces la esperanza de la que había sembrado. No me ayudó  el espíritu de mi padre Don Juan, jardinero. Ni yo pregunté a una vecina que tiene buen ojo para (y gusto por) las flores.

EL CASO ES QUE HOY AMANECIÓ la maceta con dos flores, magnas, soberbias, deslumbrantes, esplendentes y más adjetivos, aunque afeen el párrafo y el texto todo. Bellas entre las bellas. Como un milagro de la naturaleza que siempre nos sorprende y a veces más.

Y ES QUE YO ME ASOMABA a esa maceta, donde había estado esa planta Centella o Flor de sangre. Y ya no había nada en la superficie. Luego que murieron sus hojas le perdí la pista y me resigné a mejores tiempos de mis ideas de jardinería. No, no tengo un bello jardín. Solo algunas plantas, pocas, ni espacio para ello. Además me ocupo en otras cosas, más las secuelas del Covid que me dejó bastante flojera, pues solo les dedico el tiempo necesario, aunque debería dedicarles más.

EL CASO ES QUE PERDÍ la esperanza de esa planta sembrada hace ocho meses. Y cada vez que me asomaba me decía: "a esa maceta le debo plantar algo, para que tenga uso". Pero por razones diversas y sin razones también nunca lo hice. Y ahora veo con sorpresa esas dos flores como un regalo de la naturaleza. Y más que regalo: como una lección de vida y de sobrevivencia. Y aplicable para todas las circunstancias difíciles por las que pasamos.

VEA USTED. LA CREÍA MUERTA. Iba a reutilizar la maceta. No me di tiempo para hacerlo. Y de la oscuridad, con tierra encima, brotaron las flores. No había esperanza. Y la naturaleza sabia, guardando la vida en el camotito enterrado, la hizo cumplir su ciclo a como está programada la vida y la muerte de todo lo que existe en el universo.

ME DICEN QUE CADA año florea. Y que cada año incrementa una. Me dicen. Que la cuide. Que les regale un camotito. Yo digo que sí, claro. Cómo no. Gratis, claro. Gracias. De nada. A la orden.

REALMENTE HOY AL DESPERTAR vimos la flor. Ayer no había nada. O no había visto nada. Y las fuerzas de vida vegetal trabajaron toda la noche. O quizá dos noches, para dar estas dos flores maravilla. Que el espectáculo de su belleza dura casi un mes. Como si los fuegos artificiales de una feria duraran mínimo una semana. Esta flor dura viva y majestuosa casi todo un mes. Y yo celebro la vida. El camote dio las flores. Se ven solo los tallos de las flores sobre la tierra. Como si se hubieran conseguido las flores y se insertaran para las fotos. Me acerco y escucho (es un decir): "toma café y sigue siendo feliz".

EL SER HUMANO PASA momentos terribles en su vida. Sean problemas económicos, chismes y calumnias, despido del trabajo, lo deja de querer a quien quiere. Lo dejan de amar a quien ama. Lo deja de desear quien lo desea. De escuchar a quien oye. De mirar de cerca a quien mira. Y entonces parece que se le cae el mundo encima. O más bien: ¡el mundo se le cae encima! Y afuera llueve. Y la tormenta está furiosa lanzando rayos descomunales. Se entiende que rayos metafóricos en la vida de alguien. Y cuando alguien nos dice que "después de la tormenta viene la calma". O "de lo más oscuro de la madrugada, la luz aparece con el amanecer". No lo creemos. Hasta que aparecen estas flores de la planta "De sangre". Pero de esas condiciones más adversas que les comenté. Y si lo aplicamos en nuestra vida con sus problemas, así sucede. Como por milagro volvemos a reír. Así que ¡ánimo, guerreros!