Lozoya, solo la cabeza del iceberg

Emilio Lozoya representa la "Caja de Pandora" que abrirá el pantano de corrupción que reinaba en nuestro país. Su exitoso enjuiciamiento, apresamiento y extradición como detenido, ha despertado una enorme especulación cuyas consecuencias no se puede prever hasta donde van a llegar.

Y es que Emilio Lozoya representa solo la cabeza del iceberg, el 10 por ciento visible, ya que el noventa por ciento yace oculto y puede salir a la luz durante el proceso que se inicia. ¿Quiénes estaban atrás de él, quien daba las órdenes, quiénes recibían el reparto de los beneficios?

Se habla de videos en el piso 44 de la Torre de Pemex, en que se repartieron millonadas de pesos a legisladores y líderes para que votaran a favor de la  reforma energética, dentro del tristemente recordado Pacto Contra México.  ¿Y ese es el sistema de contrapesos a que quieren retornar los llamados “intelectuales orgánicos”?

El principal origen del juicio son los sobornos que funcionarios de la constructora brasileña Odebrecht han declarado bajo juramento en tribunales de Estados Unidos y Brasil que dieron en México,  y que ha documentado plenamente  la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda a cargo de Santiago Nieto Castillo.

Y hay que recordar que este mismo Santiago Nieto era el Fiscal Especial para Delitos Electorales en el sexenio pasado y que fue destituido escandalosamente cuando iniciaba investigaciones del uso de estos sobornos para las campañas electorales, y ahora coadyuva con la Fiscalía General de la República desde su nueva posición.

Y las interrogantes que se abren  son muchísimas.  Por ejemplo si se  llega a acreditar  que  se recibieron sobornos del extranjero para la campaña que llevó al poder a Enrique Peña Nieto, ¿qué va a pasar con los partidos y  con sus registros,  que se unieron  para postular esta campaña?

Y las expectativas sobre el que va a pasar, son muchas, y mantienen nerviosos a toda una cauda de políticos y líderes y dirigentes del PAN, del PRI, del PRD. Del PVE y el MC, que se están apresurando a desligarse, pero que su futuro  es bien incierto.

EL FUNDAMENTALISMO.

El fundamentalismo es una corriente religiosa o ideológica que se aferra a los textos fundacionales,  de allí “fundamentalismo”, que nace los Estados Unidos a principios del siglo  pasado, cuando las teorías de Charles Darwin sobre la evolución de los animales,  de Albert Einstein, sobre  lo inconmensurable del universo, y otros avances científicos discrepaban de los dogmas bíblicos.

 Las leyes humanas, se separaban cada vez más de las leyes divinas. Y fue así que en 1909  Charles W. Eliot, un presidente retirado de Harvard,  pronunció un memorable discurso en  el que sostenía: “que la religión en los tiempos venideros no se basaría en la autoridad, ni incluiría  ningún  tipo  de culto a antepasados muertos, no estaría obsesionada en la salvación personal y no sería lúgubre.”

El discurso de Eliot y el escepticismo dominante sobre las creencias religiosas, provocó una reacción violenta y el Princeton Thelógical Seminary publicó  un manifiesto detallando la lista de los aspectos “FUNDAMENTALES” que consideraban esenciales para el cristianismo, entre ellos la  “infalibilidad literal” de la Biblia y la resurrección corporal de Jesús. El fundamentalismo había nacido.

Y aun cuando el término se ha venido aplicando últimamente a los musulmanes,  en que un sector pretende la aplicación de la Ley Coránica en la vida social, el pueblo norteamericano es básicamente fundamentalista, y lo demuestra  una encuesta realizada en 2007, en que a pesar de las teorías de Darwin, el 39% de los estadounidenses  creen “que es indudablemente cierto”  que Dios creó a los seres  tal como son hoy en día.”.  Y yo pregunto: ¿blancos y negros?

Y a partir de la década de los veintes se expandió en gran medida el fundamentalismo. En México tuvimos los cristeros, después los sinarquistas y finalmente los panistas. La corriente ataca en todo el mundo  la educación que difunde la evolución y lucha por imponer el creacionismo, y para ello establecen sus propias escuelas.

Y trasladado a lo político, tenemos casos como el fascismo, que pretende renacer con diferentes mutaciones,  y el fundamentalismo ideológico quiere mantener el “statu quo”, las desigualdades, el clasismo y los privilegios de un sistema que se niega a morir y que  Invade las funciones del Estado, de naturaleza eminentemente  moralista y reformista, tratando de imponer sus directrices.