OPINIÓN

Centro asciende en transparencia fiscal municipal
28/11/2025

El municipio de Centro mejora su posición en evaluación de transparencia fiscal entre municipios

Hay una parábola en el Evangelio de Mateo (7:24-27) que, más allá de su significado religioso, resulta de notable utilidad pedagógica para comprender la gestión pública: la historia del necio que construyó su casa sobre arena y del sabio que la edificó sobre roca. Cuando llegaron las lluvias y los vientos, la primera se derrumbó con gran estruendo, mientras que la segunda resistió la tempestad.

El relato bíblico no lo dice, pero bien podríamos imaginar la primera casa en la orilla del mar, majestuosa en apariencia, pero efímera en sustancia. La segunda, en tierra árida, menos vistosa, cumpliendo sin aspavientos su función primordial: ofrecer protección, seguridad y bienestar duraderos.

Esta imagen milenaria encierra una verdad aplicable a cualquier proyecto colectivo: nadie puede construir algo duradero sobre cimientos frágiles.

El preámbulo viene a colación porque, recientemente, el municipio de Centro, encabezado por la presidenta Yolanda Osuna Huerta, ascendió un puesto en el Índice de Transparencia y Disponibilidad de la Información Fiscal de los Municipios, al pasar del sexto al quinto lugar entre 60 municipios evaluados, según el informe de la consultora especializada "aregional".

Aún más relevante es que Centro figura entre los tres municipios capitales que superan los 90 puntos en la evaluación (90.14), solo detrás de Puebla (97.45) y Querétaro (93.08). Para ponerlo en perspectiva, 22 capitales obtuvieron resultados inferiores a 70 puntos.

El Banco Mundial, en sus estudios sobre gobernanza pública, sostiene que "la transparencia fiscal es un prerrequisito esencial para la eficacia del gasto público y la sostenibilidad de las finanzas gubernamentales".

Es comprensible que muchos ciudadanos no perciban de inmediato la relación entre este tipo de resultados y su vida cotidiana. ¿Qué tiene que ver un avance de transparencia fiscal con el bache en mi calle o la necesidad de agua potable? La respuesta es contundente: todo. La ausencia de orden institucional es la madre de todas las pobrezas. Sin disciplina financiera ni claridad en el manejo de recursos, cualquier promesa de mejora se convierte en arena movediza.

La analogía es precisa: nadie puede construir una casa sólida y segura, que proteja bien a sus habitantes, sobre cimientos endebles o fracturados. Del mismo modo, ningún gobierno puede responder eficazmente a las demandas crecientes de su población si no tiene claridad sobre sus recursos, compromisos y prioridades.

En municipios donde impera la opacidad financiera, los recursos suelen dispersarse sin estrategia, los proyectos quedan inconclusos y se perpetúa un ciclo en el que cada administración hereda problemas sin resolver. La gestión de Yolanda Osuna rompe con esa inercia, pues este avance significa que Centro ha implementado mecanismos para que sus finanzas sean cada vez más transparentes y sólidas, y su administración más eficiente.

Es cierto que el orden, la disciplina y el método son virtudes invisibles. No generan fotografías llamativas ni cortes de listón, pero marcan la diferencia entre gobiernos que improvisan y gobiernos que construyen con visión de largo plazo, sin dejarse alarmar por quienes se creen trompetistas del apocalipsis.

Este logro de Centro no es, por tanto, un trofeo decorativo. Es la certeza de que la administración municipal realiza acciones que, aunque a veces poco vistosas, son absolutamente necesarias: poner orden, establecer controles y rendir cuentas claras. A una casa desordenada difícilmente llega el progreso; pero cuando los cimientos se construyen sobre roca firme, no sobre arena, es posible levantar un hogar donde todos sus habitantes encuentren cobijo y oportunidades.




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