El país se mueve en el séptimo año 4T y 224 del México independiente. El suspenso por el cambio de régimen sigue su marcha. Hay pendientes por la pendiente. Aunque la pendiente (con sus pendientes) no es de hoy: se hicieron méritos suficientes, a lo largo de décadas, para generar encrucijadas sociales. Me gustaría recordar aquí al italiano Leonardo Sciascia: "detesto hacer un pronóstico negativo contra la realidad. No quiero correr el riesgo de ganar".  

Sin embargo, este panorama mexicano de bajadita (que viene de lejos) tiene otra cara histórica: figuras de la cultura, figuras periodísticas y aventuras mediáticas han sido poderoso motor de crítica y análisis para el país. Que se tomen cabalmente en cuenta a esas figuras culturales, periodísticas y mediáticas, para la toma de decisiones, es otra historia. Advirtió Jorge Ibargüengoitia, a propósito de una de sus obras literarias: "cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia: es una desgracia nacional".                     

Por mi raza hablarán los poetas

Es profundamente injusto elegir las figuras señeras de México, por la subjetividad implícita en la selección. De cualquier manera, asumo el riesgo y realizaré un apresurado corte de caja cultural. Manos a la obra, con perdón de omisiones y olvidos.

¿Qué ha dejado la cultura en México en 224 años? ante todo, una sólida tradición poética que culmina con el único premio Nobel de Literatura, Octavio Paz. Son impresionantes, por la variedad de autores y registros estilísticos, los tomos de varias antologías de poesía mexicana que recorren décadas de honda sensibilidad, como el Ómnibus de poesía mexicana (compilador, Gabriel Zaid) Poesía en movimiento (compilado por José Emilio Pacheco, Octavio Paz, Homero Aridjis y Blas Chumacera), Crónica de la poesía mexicana (de José Joaquín Blanco) o Antología de la poesía en México (selección de Carlos Monsiváis). De esa lista de creadores en la historia de la poesía mexicana, podemos mencionar al experimental Juan José Tablada, al mexicanísimo Ramón López Velarde, el trópico festivo de Carlos Pellicer, el pendenciero Efraín Huerta, el místico Xavier Villaurrutia, el tenue José Emilio Pacheco, el desbocado Renato Leduc y el ambivalente Octavio Paz. Cualquier libro de estos poetas resulta aprendizaje existencial y querencia verbal, batalla contra las sombras y luces de la realidad. Estético lector, considere esta posibilidad: lea poesía mexicana.

Escuchar con ojos y mirar con oídos

¿Qué ha dejado el periodismo en México? Ante todo, una sólida tradición de crónica como escritura precisa del país, disección de palacios y ruinas. Los cronistas, como ojos y oídos multidimensionales, registran la historia en momentos descarnados y significativos. Así, aparecen los cronistas de alto calibre cultural, con algunas incrustaciones extranjeras en cada etapa crucial de México: Bernal Díaz del Castillo (Conquista), Francisco Xavier Clavijero (etapa colonial), José Joaquín Fernández de Lizardi (Independencia), Guillermo Prieto (Reforma), John Reed (Revolución), Martín Luis Guzmán (México posrevolucionario), Salvador Novo (México moderno) y Carlos Monsiváis (México post68). Cualquier libro de estos cronistas es agasajo al contexto de México, tensiones y diversiones, pasiones y (ruptura de) devociones. Histórico lector: lea un libro de crónicas. Por ejemplo, la extraordinaria Antología de la crónica en México de editorial ERA, compilada por el añorado Carlos Monsiváis: "Yo escribía y escribía, y el caudillo ni se dio por enterado".

Invisible campo energético de ideas

¿Qué han dejado los medios en México? Ante todo, parca tradición de nado a contracorriente. Lo otro -ser obsequiosos frente al poder- ha sido legión. De cualquier modo, aquí va un top ten de medios del México independiente:

• -El despertador americano, de José Joaquín Fernández de Lizardi.
• -Regeneración, de los hermanos Flores Magón y Práxedes Guerrero.
• -El Ahuizote, de los hermanos Flores Magón.
• -Los Contemporáneos, revista de Salvador Novo, Jorge Cuesta y Xavier Villaurrutia, entre otros.
• -La revista Laurel, de Octavio Paz.
• -El suplemento México en la cultura y La cultura en México, dirigido en tres etapas por Fernando Benítez, Carlos Monsiváis y Paco Ignacio Taibo II, en el semanario Siempre de José Pagés Llergo.
• -Diario Excélsior, dirigido por Julio Scherer.
• -Semanario Proceso, etapa de Julio Scherer y Vicente Leñero.  
• -La revista americana de Occidente, de Alfonso Reyes y Carlos Fuentes.
• -La garrapata, el azote de los bueyes, revista de humor político, fundada en 1968 por Rogelio Naranjo, Helio Flores, Eduardo del Río Rius, Emilio Abdalá (AB), entre otros geniales caricaturistas.
• -Bronca, revista de Cómics, dirigida por Paco Ignacio Taibo II.
• -Explorador lector: hay que visitar hemerotecas y sitios web (digitales) de recopilación, para acercarse a los grandes del periodismo y la cultura en México.

Se pueden decir muchas cosas de esta selección cultural, necesariamente incompleta. Lo que sobresale, sin embargo, es un campo energético de ideas que algo irrigó la construcción del país. De manera subterránea e invisible, la cultura hace trabajo de topo subversivo para posibilitar cambios sociales.