Migrantes, exiliados, refugiados; nuevos desafíos para los gobiernos

Migrantes, exiliados, refugiados; nuevos desafíos para los gobiernos

*En la ruta: Tabasco, Chiapas, Campeche, Veracruz, Oaxaca

*Campamentos para el éxodo masivo en los años ochenta

*La reunión Ebrard, Adán, Cuitláhuac, Murat, Rutilio…  

MÉXICO ha escrito páginas históricas en materia de refugio y migración. Ayer fue oportunidad de recordar los ochenta años del exilio español de los perseguidos por el régimen dictatorial de Francisco Franco. También no olvidemos que en los trágicos años setenta, nuestro país dio cobijo a los hostigados por las dictaduras en Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, entre otros. Asimismo se abrieron campamentos de refugiados para quienes huían de las guerras y la intervención estadounidense en Centroamérica; sobre todo de Guatemala.

En la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador se conmemoró la decisión del general Lázaro Cárdenas del Río para abrir las puertas del territorio mexicano a más de 20 mil hombres, mujeres y niños obligados a buscar asilo, según palabras de Ernesto Casanova, presidente del Ateneo Español.

El exilio de los republicanos españoles es uno de los ejemplos de valentía histórica de un gobernante como Cárdenas del Río, también de los aportes positivos de la migración. México se benefició con la presencia de académicos, investigadores, activistas, llegados de la Península Ibérica.

Los tiempos son distintos, pero los principios de la política nacional ante los expatriados -del Derecho de Gentes, como los llaman los especialistas-, deben mantenerse.

MÁS DE 50 MIL REFUGIADOS

LÓPEZ Obrador dijo ayer: “Siempre vamos a tratar con respeto y vamos a dar protección a los migrantes, porque buscan mejores condiciones de vida, mejores condiciones de trabajo, en muchos casos son exiliados por necesidad, por hambre o para salvar sus vidas”, por eso merecen todo nuestro apoyo. Sostuvo que en la actual situación “seremos muy respetuosos” del gobierno de Estados Unidos, “pero al mismo tiempo vamos a respetar los derechos humanos de los migrantes”.

Es un equilibrio muy difícil, pero no imposible, como lo reconoció el mandatario federal. Claro que hay que considerar una serie de circunstancias estructurales como la creciente pobreza y la violencia, pero también situaciones coyunturales como la existencia en Estados Unidos de un gobierno que pasa por encima de los tratados internacionales.

Los exilios español y sudamericano son distintos a los que ocurren con los emigrantes de Centroamérica. Se puede afirmar que las oleadas de migración masiva son inclusive diferentes a la tradicional “migración por goteo” que ha sucedido históricamente. Apenas se puede comparar con la de los años 80 y 90 cuando el gobierno mexicano se tuvo que coordinar con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en la instalación de campamentos que llegaron a albergar hasta 50 mil guatemaltecos en los estados de Chiapas, Campeche y Quintana Roo. La mayoría de estos refugiados eran indígenas expulsados de sus tierras por los militares de una dictadura que de esa manera combatía a la guerrilla, pero también aprovechaba para apropiarse del territorio campesino.

Y le digo que apenas puede compararse porque quienes integran las oleadas de recientes de emigrantes tiene por lo menos dos características: unos, campesinos y trabajadores urbanos, familias enteras, que no pueden quedarse en sus países por la violencia y el desalojo; otros, grupos de personas cuyo objetivo es llegar a los Estados Unidos. Esta que parece una diferencia mínima es determinante para los políticas de atención que aplique el Estado Mexicano: el primer grupo seguramente se quedará en campamentos o aceptará la oferta de trabajo en los campos del sur sureste esperando retornar a su país como lo hizo la mayoría de los refugiados de los años 80 y 90; el segundo grupo no sólo hará todo lo posible por llegar a la frontera norte, sino que rechazará los empleos de emergencia.

CUMBRE CAPITALINA

LA MIGRACIÓN centroamericana –en su mayoría, aunque ya se sumaron de otras regiones-, será tratado hoy por los gobernadores de Veracruz, Chiapas, Campeche, Oaxaca y Tabasco, en una reunión con el canciller Marcelo Ebrard. El funcionario federal presentará a los mandatarios estatales el programa de acciones para cumplir en la zona sur sureste parte de los compromisos contraídos con Estados Unidos para evitar la aplicación de aranceles y al mismo tiempo controlar la migración. Este paquete de acciones a cargo de una Comisión Especial ya fue conversado por el canciller con los representantes de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Resulta revelador lo dicho por Marcelo Ebrard ante una reunión de banqueros: “Se dice coloquialmente que la frontera (sur) es muy porosa, por no decir que casi no tenemos frontera. Nada más que cuando tenemos un flujo de millón y medio de personas que cruzan por ahí y no sabemos siquiera cómo se llaman, pues entonces ya es un problema para la propia seguridad de México”.

Tan es un problema de seguridad nacional que, advirtió el canciller, se necesita establecer un esquema de ingreso de los migrantes ordenado, regularizado y sistemático en menos de 45 días. “Sé que no es fácil –apuntó-, pero tenemos que intentarlo porque si no, vamos a ir a un conflicto comercial o incluso, de mayor envergadura con Estados Unidos”.

La colaboración de los gobernadores del sur sureste será crucial. Se deberán crear de manera emergente unos 80 mil empleos; al mismo tiempo un sistema de seguridad pública coordinado con la Federación  y los municipios.

AL MARGEN

EN ESTA columna hemos sostenido desde hace años que tarde o temprano Tabasco tendrá que diseñar una política estatal de población. Ya tiene una subsecretaría para el caso a cargo de José Ramiro López Obrador. (vmsamano@hotmail.com)