Minibiblioteca rodante “La cajita mágica”, el proyecto de Ana y Sara

La lectura es toda una experiencia. Leemos para conocernos y conocer a otras personas, a veces hasta ficticias. Con ella sufrimos, nos alegramos, gozamos, y dejamos que el tiempo nos atrape.

Usamos la imaginación. Permitimos que cada uno de los libros –nuestros- nos lleve de la mano para convertirnos en verdaderos lectores. 

Ana y Sara Pedrero Carrillo fueron guardando algunos libros adentro de una caja pequeña de plástico. Quizás no entraron muchas obras por el espacio, pero en sabiduría son colecciones enormes que abarcan al mundo entero. Le nombraron: Minibiblioteca rodante “La cajita mágica”.

La idea tiene como origen el proyecto “Árbol de lectura”, creado en la escuela primaria. Las hermanas al ver varios libros en su casa decidieron compartirlos, pero ese proyecto no funcionó como ellas querían, fue así que después nació la Minibiblioteca rodante…

Ana narra que en total llegaron a reunir unos 200 títulos, y empezaron a llevarlos a una estación radiofónica, luego a un parque, el objetivo era que las personas tomaron alguno y le dieran lectura.

Sara dice que el gusto por la lectura lo trae desde muy pequeña, en su acervo tiene varios libros infantiles, así como a Moby Dick, donde descubrió lo fascinante que es el océano. En otros encontró el ballet y las artes.

Las dos han visitado escuelas primarias, secundarias y preparatorias, tanto en el municipio de Centro como Cárdenas, y en esos planteles implementaron el “teléfono de lectura” y el “tubo susurrador”.

Doña Dinora, madre de las pequeñas lectoras, indica que los libros les están ayudando mucho a sus hijas, tanto en su vocabulario, expresión, memoria, socialización, “a veces me quedo asombrada por las frases que dicen”.

“Ana tiene la cualidad de leer y releer un libro, de meterse a fondo en esas lecturas, hasta que siente una satisfacción es que las deja”.

“Todo es de forma natural, nadie les dice qué leer, no se les marca un día, una hora, las dos toman sus libros y así se la pasan por horas”.

Es un gusto que viene creciendo, y al ver a Ana como a Sara ahora tienen una forma peculiar de comunicarse.

Sobre sus salidas a las escuelas, su madre apunta que reciben invitaciones a eventos, aunque es un costo monetario que como familia tienen que solventar, para ello se preparan vendiendo algunas cosas como lápices y dulces.

“Ahora con la pandemia las niñas no se quedaron quietas, ya que están activas en las redes, porque leen algunos cuentos, dan recomendaciones, y siguen llenando la cajita mágica para cuando se dé el regreso a clases.

Lo más reciente es un curso de periodismo que tomaron, conducen un programa en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y escriben reseñas de los libros que han leído, priorizando el valor que transmite cada obra.

“Tenemos que darles libertad a los niños en cuanto a la lectura, pero igual como padres el ejemplo, ellos pueden adentrarse en los cuentos, libros para colorear, no importa que los rompan, los rayen, el fin es que tengan ese contacto con la lectura”, menciona.

Ana y Sara continuarán con su magia. Por lo pronto seguirán acumulando experiencias. Irán descubriendo otras estrategias lectoras, pero lo más importante es que contagiarán a más personas en este mundo de los libros.

PARÉNTESIS

La Secretaría de Cultura del estado informó que a partir de ayer martes reabrieron la sala de arte “Antonio Ocampo Ramírez” con la muestra de cine en lenguas indígenas. Las actividades, a realizarse del 29 de septiembre al 04 de octubre, serán a partir de las 6 de la tarde con un 30 por ciento de su capacidad, para conservar las medidas de seguridad sanitaria…AYER compareció Javier May Rodríguez ante una comisión del Senado de la República, en su calidad de nuevo secretario de Bienestar. Aunque recién estrenado en el cargo, le tocó participar en la glosa del Segundo Informe del presidente Andrés Manuel López Obrador y mostró conocer a fondo el proyecto del mandatario.