Noé en su arca

HAY RECUERDOS a los que volvemos. Porque fueron momentos bellos de la vida

HAY RECUERDOS a los que volvemos. Porque fueron momentos bellos de la vida. La risa brota en la nostalgia. Es gratitud al pasado. Pasamos revista a una primera vez.  A un abrazo. A un beso. A una mirada que nos vio y nos rehizo. Y recordamos, claro, aquella mirada flecha, del desdén, envenenada.

HAY RECUERDOS que duelen. Volvemos a ellos como fechas de efeméride personal. Un noviazgo roto. La muerte de alguien muy querido. Los pasos perdidos en una ciudad cuando no importaba el rumbo. Y el horizonte no se vestía aún de utopía. Sombras nada más. Pero en defensa instintiva propia, vimos la luz del amor en el final del túnel.

LA MEMORIA ES como una colmena donde se guardan nuestros archivos de vida. Expediente corazón, expediente cruces. Expediente ego con diplomas y reconocimientos. Expedientes de traiciones. De amores a primera y segunda vista. Un cúmulo de carpetas rotuladas.

A VECES ME PREGUNTAN sobre cosas que viví y no las recuerdo. Creen que me hago tonto. "Usted y yo ¿nos conocimos en un mar, o en un bar? ¿Usted es Antonio?" Y por más esfuerzo que hago no recuerdo absolutamente nada de un hecho o suceso en el que se me involucra, no de mala fe, sino como ejercicio selectivo. "Perdón, no la conozco. Yo no me llamo Antonio"

ES BUENO ese tipo de ejercicios. Ejercicios de memoria. Decimos una palabra que empiece con "a". Y cada quien va diciendo una, de manera alternada, hasta que la memoria de uno de los dos se queda en blanco. Y pierde. Luego con otra letra al azar. Ahora con la ventaja de la tecnología me encuentro con amigos y amigas. Y repasamos anécdotas. Yo digo, "sí", "ajá", de algo que sucedió. Y allí estaba yo. Solo que por comodidad o necesidad, la memoria registro algo, no todo. Y en ocasiones no registró nada. “¿Te acuerdas?” Y decimos que sí, que claro, que cómo olvidarlo.

HAY LA MEMORIA individual, la de grupo, la de comunidad, la de todo un pueblo. Y así, hasta llegar a la memoria de toda la humanidad. La escritura ha sido clave en ello. Gracias al invento de la escritura es que tenemos una gran cantidad de información. Y esta nos permite armar el complejo edificio del pasado. De algo sirva para orientarnos en este laberinto.

Y SI RECORDAMOS que las historias la escriben los vencedores. Y que cada quien tiene una versión de los hechos. Y que la recuerda no en su totalidad. Sino que seleccionó lo que a él, ella, le pareció relevante. Entonces al platicarla con alguien, damos nuestra versión y este alguien tendrá una versión distinta. Ya distorsionada. O de segunda mano. Y así se tergiversa. De allí lo importante de lo escrito. Y las variantes de quienes lo escribieron. Si hay cartas de amor, entonces serán dos versiones distintas. Dos, mínimo.

PUEDES IMAGINAR que un día despiertas sin recuerdos. O colectivamente todos despertamos sin recuerdos. Porque no solo es empezar de nuevo como individuos y como grupo. Sino el proceso de aprendizaje llevaría un tiempo considerable. Seríamos un pueblo que ha olvidado todo. Y de allí lo que resulte en la búsqueda de la alimentación. Y el roce de los cuerpos. Porque la piel tiene memoria. Y los instintos son parte de la carne y del agua. ¿Y si esa memoria de todo lo existente se hubiera borrado?

UNO TIENE que reflexionar que no solamente hay memoria humana. Todos los seres vivos tienen memoria e inteligencia. Entonces también tienen desmemoria y olvidos. Hay situaciones que no registraron, quizá por la prisa evolutiva. La piel tiene memoria y te recuerda. El agua tiene memoria y busca sus cauces. Los pájaros saben de la ruta. La piedra no se tropieza dos veces con el hombre. El miedo es parte de la memoria. El instinto busca y encuentra. Hasta los órganos internos de un cuerpo tienen memoria lo cual les permite realizar sus funciones. Todo el universo forma parte de una memoria que funciona a la perfección.

PORQUE EN TODO CASO, Noé, el de la Arca, lo que hizo fue recolectar memorias y recuerdos, para resguardarlos del olvido. El individuo olvida. Los pueblos olvidan. Y la piedra es la mentira poliándrica y melosa del amor, de la política, de las promesas y juramentos. Del yo sí cumplo. Del te amaré por toda la eternidad. Y nos tropezamos una y otra vez, una y otra vez. Para que haya un nuevo amor se requiere olvido.

AQUELLA LUZ que nos llega, trae la memoria del universo. Y la misma reconoce al polvo sideral de aquellos lodos del pasado: el universo todo. "Usted me dice que nosotros dos..."