PARADEROS

Qué tendrá de bueno ser consejero electoral en el INE que para sólo 4 plazas se anotaron casi 600 y algunos de los aspirantes ya con seis años o más en la estructura que califica y organiza las votaciones. Quizá la respuesta más fácil sería que no son nada despreciables los más de 200 mil pesos mensuales de salario y otras prestaciones. Pero podríamos equivocarnos y en el fondo lo que hay es un profundo amor al país por el que los servidores públicos o aspirantes a serlo están dispuestos al sacrificio de organizar elecciones. También se impone la idea de que la lucha por controlar el INE, de uno y otro bando no es más que una lucha por el poder. Pero también aquí puede haber un error, porque es posible que en realidad gobernantes y líderes partidistas tengan en mente la utopía de un país justo. Se vale soñar.