PARADEROS

El presidente Andrés Manuel López Obrador se hizo un propósito que, como casi todos los que ha anunciado, despertó críticas objeciones, rechazos y hasta sabotajes de sus opositores: que el gobierno mexicano tenga su propia red pública de servicios bancarios. No como durante el agonizante gobierno de José López Portillo quien decidió la nacionalización bancaria fallida, sino que la propia federación tenga cajeros automáticos y algunas oficinas en todo el país. El fin de semana concluyó AMLO las reuniones del Banco del Bienestar con servidores públicos de las 32 entidades federativas. Dijo satisfecho: “Ya es el banco más importante de México, con 25 millones de beneficiarios”. De acuerdo a los datos del mandatario se han edificado 2 mil 138 de las 2 mil 744 sucursales del Banco del Bienestar planeadas; 553 están en proceso de construcción e iniciarán trabajos en 53 más. Casi el 80 por ciento del compromiso que ha llevado a cuestas un tabasqueño especializado en finanzas, Víctor Lamoyi Bocanegra. Tiene motivos para estar orgulloso. Ahora, a cuidar que funcionen.