PARADEROS

Ayer domingo la ex Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, recibió el nombramiento oficial como Coordinadora Nacional de Defensa de la Transformación, durante la tercera sesión de los consejeros de Morena. En referencia a la tarea que le dio Andrés Manuel López Obrador cuando fue su colaboradora en el Distrito Federal (200-2006) afirmó que el segundo piso de la 4T debe construirse en unidad. Fue Sheinbaum la encargada del polémico pero moderno segundo piso vial de la capital del país, obra no superada.

Como usted sabe, Claudia Sheinbaum había recibido de manos de López Obrador, en su calidad de fundador de Morena el “bastón de mando”. Ese acto sencillo pero simbólico conlleva una enorme responsabilidad: la académica, científica y política está al frente de un poderoso movimiento, de manera que en los hechos es la jefa del partido, conductora del movimiento y futura candidata presidencial. Un hecho histórico además porque en la sucesión también hay un ingrediente de género: la fuerza femenina.

También en la oposición ocurre algo simbólico, pero que aún no se convierte en un movimiento poderoso. No es imposible, pero va contra el tiempo y los antecedentes. Xóchitl Gálvez tiene en sus manos convertir en una propuesta seria y creíble la unidad entre el PAN, PRI y PRD, además de un grupo declaradamente anti obradorista.

Tiempos interesantes los que le toca vivir al país.