Paraderos

Los dos bandos en Morena y el reto de la unidad después de la batalla

Lo han negado a veces con énfasis otras simplemente entre risas. No hay corrientes, no hay bloques, no hay grupos en Morena y mucho menos en Tabasco, afirman. Pero en los hechos vimos que en la contienda entre los aspirantes a la dirigencia nacional de la Cuarta Transformación, los competidores se identificaron claramente con un bando opuesto al otro. El más evidente es el de Marcelo Ebrard, quien sigue estirando la liga y con un paso en la oposición anti AMLO.

Claudia Sheinbaum, quien finalmente confirmó su ventaja en las encuestas –calificadas de "patitos" por sus detractores-, se llevó una franja de la izquierda, el voto duro obradorista y el apoyo de los movimientos sociales. Otro segmento de esta franja benefició a Gerardo Fernández Noroña, el gran ganador de la carrera.

Ahora en Tabasco, resulta visible que dos grandes grupos –compuestos a su vez por una diversidad de pequeños intereses-, van por el liderazgo de la 4T en Tabasco: por un lado los simpatizantes de Javier May, que hicieron campaña por Claudia Sheinbaum, y por otro los simpatizantes de Adán Augusto López, ahora representados por Yolanda Osuna y Raúl Ojeda.

La más reciente votación en el consejo estatal de Morena demostró que no son grupos homogéneos e inamovibles. Que las circunstancias pueden hacer cambiar el sentido del voto y también las características de las negociaciones futuras. ¿Se verá la mano de Claudia?