Poco a poco vamos perdiendo nuestra identidad

Poco a poco vamos perdiendo nuestra identidad

Vivimos en el mundo un momento especialmente difícil. México no se excluye. Existe un gran vacío en el comportamiento humano. El ocaso de los valores se refleja en cada una de las acciones que a diario se presentan. Las muertes a mano armada se vuelven comunes hasta perder nuestra capacidad de asombro.

¿Hacia dónde vamos? El escritor Octavio Paz hacía referencia en su libro "Miscelánea, obras completas tomo VIII", que poco a poco fuimos perdiendo nuestra identidad. Nuestra forma de ser, pero desde el propio origen.

Falta, dice el escritor, reunir esos pedazos de cultura, que como un rompecabezas sus piezas están dispersas. Reconciliarnos con nosotros mismos. Tal vez vivimos en un gran abismo en el dominio de las ideas sociales y de la moral colectiva, señala.

¿Habrá tal vez un hartazgo propio?, donde no se puede encontrar una salida que nos permita ser nosotros mismos, porque a pesar de que hay una fuerte inversión en la educación y la cultura los adelantos son lentos.

No se trata de  buscar culpables en los gobiernos, más bien es la reflexión personal la que se necesita tomar en cuenta. Es como estudiar literatura sin leer.

La forma de entender la identidad de los mexicanos ha jugado un papel decisivo en la educación formal, específicamente en la educación básica. Los valores que se le han asignado son moldes con los que históricamente se le ha querido significar. En cada época se pretende ver y construir un estereotipo del mexicano. Ello ha jugado un papel decisivo en la idea pedagógica de lo que significa ser, precisamente, mexicano.

¿Debemos entonces regresar a nuestros orígenes? Veamos lo que nos dice el filósofo mexicano Antonio Caso, “un pueblo que se educa nomás en la ciencia; es un pueblo sin entusiasmo, sin ideal. La ciencia es puro egoísmo, interés de conocimiento, propósito siempre reiterado de pensar”.

Falta entonces lo humano. La sensibilidad para tratar cada uno de los temas. Falta adentrarnos a nuestra historia, vivirla, contarla, sentirla y transmitirla a estas generaciones divididas que no encuentran su origen.

No saben por dónde y hacia dónde irán. Su pensamiento se limita a lo común, y como respuesta tienen un actuar que corresponde tal vez a nuestro tiempo, pero que no coincide con las acciones de valores.

Los jóvenes en su mayoría tienen una falta de origen. Su brújula da vueltas alrededor sin encontrar los puntos cardinales, se pierde. Pero existe algo peor: niegan en ocasiones el ladrillo que formó su nacimiento, su hogar, el lugar donde abrieron los ojos y lanzaron el primer llanto.

Hablábamos en un principio que hemos perdido nuestra capacidad de asombro, no se trata de filosofar sino de atender temas que en verdad interesan para ser buenos ciudadanos, porque ante todo se diluyó el respeto, una de las bases o pilares en toda comunidad.

Y regresamos a los jóvenes, el sector que preocupa, como política pública a los gobiernos, pero donde necesariamente se tiene que invertir, sobre todo, para reorientar su capacidad humana.

PARÉNTESIS

El coordinador del Instituto de Protección Civil del Estado, Jorge Mier y Terán Suárez, indicó que desde hace 4 días se han presentado incendios de pastizales en la región de los Pantanos de Centla, por lo que ya prevé reuniones con autoridades del lugar para evaluar los daños y establecer estrategias para frenar los siniestros. También la capital del estado se ha visto afectada por una intensa bruma producto de las quemas. Hay que hace mucho. (kundera_w@hotmail.com)