¿Qué tanto ha cambiado nuestras relaciones humanas con esta pandemia?

¿Qué tanto creció el vínculo social con la pandemia? ¿Hasta dónde somos capaces de comprender que la muerte está cerca de nosotros a través del virus?

Hace más de un año nuestro pensamiento era distinto. Nos enfrentábamos a lo casi desconocido. El tratamiento para contrarrestar los síntomas el COVID 19 no daba resultado. Recurrimos a varias fórmulas, e incluso dimos vida a la medicina tradicional, a través del té.

No queríamos salir de casa. Se vivió un verdadero encierro. Quienes tenían que trabajar fuera del hogar no tuvieron más remedio que enfrentarse a esa enfermedad, solos, sin un escudo porque no se tenía esa cultura del cubreboca, al final muchos se quedaron en el camino.

Los cambios que hemos vivido de ese tiempo a la fecha son varios. Nos reconocimos como humanos vulnerables. Supimos que en pocos días nuestra vida se podría ir a falta de oxígeno. Tanques que significaron en valor, y hasta en los mismos hospitales hacían falta.

Nuestro sentir por continuar en este mundo se hizo gigantesco. Conservar lo que tenemos, tanto amigos como el hogar que habitamos.

Hubo algo que marcó nuestro orden de vivir fue la distancia con las demás personas. Podemos asegurar que el encierro hizo que las relaciones humanas se deterioraran. Perdimos libertad. Pero los que leemos este artículo aún podemos decir con orgullo que respiramos.

Importantísimo comprender que seguimos bajo los cuidados sanitarios. No todos, por supuesto. Porque reitero, al pasar ese año se bajó la guardia, se perdió el rumbo. Vino la relajación, y un ejemplo claro es lo que sucede en la India: 4 mil muertos en un día por el coronavirus. Una cifra que sorprende y se hace increíble.

El miedo no puede arrebatar la posibilidad de pensar por el sentido que tienen las acciones que hoy se despliegan a nivel planetario para superar la crisis sanitaria. Si la pandemia es una oportunidad para volver a repensarnos, entonces salgamos de los paradigmas que figuran formas de ser individualistas y desconfiadas, que alimentan a un sistema que pierde cada vez más su legitimidad.

Las conductas de los consumidores, e incluso los mismos enfermos nos muestran de manera clara que el pacto social no está establecido por un acuerdo común, y que los principios orientadores de nuestras decisiones parecen colapsar rápidamente ante el miedo.

Esto es parte de nuestros cambios. Las experiencias emocionales se quedaron con nosotros, y permanecerán por algún tiempo. Ojalá podamos controlarlas, manejarlas.

Después de la pandemia, ¿potenciaremos el aprecio por las pequeñas cosas de la vida que antes pasaban más desapercibidas? ¿Seremos más solidarios? ¿Habrá mejores relaciones humanas?

En definitiva, el COVID 19 nos cambió la vida. Los roles son otros, incluida la educación, cultura, religión y la misma sociedad.

A veces nos hemos comportado como inestables, pero los expertos señalan que es por la misma razón. Al no encontrar un escape o salida, el ser humano empieza su propia transformación, para bien o para mal.

PARÉNTESIS

Talleres Gráficos de México (TGM) arrancó este martes la impresión de 3 millones 793 mil 630 boletas electorales para Tabasco, que serán usadas en la elección de presidentes municipales, diputaciones locales y regidurías. Es posible que algunos candidatos que sean cambiados a última hora ya no queden registrados en las boletas. (kundera_w@hotmail.com)