Ayotzinapa, la piedra en el zapato....

Como si no fuera suficiente, un elemento --por cierto, ya conocido-- el de las filtraciones

Como si no fuera suficiente, un elemento --por cierto, ya conocido-- el de las filtraciones, ha surgido para formar parte de una historia que entre mayor tiempo pasa, está llegando al punto de que por más esfuerzos que hagan las autoridades o encargados, ahora del caso Ayotzinapa, podría convertirse en lo que es aquella famosa frase  muy populachera: nadie sabe nadie supo.

Lo anterior viene a colación, porque un asunto muy lamentable, triste, lleno de dolor, serio y sumamente delicado, como es el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, a ocho años de aquel 26 de septiembre de 2014, con tantas versiones, hipótesis, suposiciones y conjeturas hechas públicas desde aquel entonces, por quienes han tenido en sus manos y participado en la investigación judicial y extrajudicial o la que algunos llaman "Comisión de la Verdad" ya no se sabe en que terminará y cuando se sabrá la verdad real de lo que pasó en aquella fecha.

Y es que mire estimado lector, durante el sexenio pasado Jesús Murillo Karám, quien era el Procurador General de la República cuando ocurrieron los hechos, luego de haber atraído la investigación dio a conocer lo que llamó   la "verdad histórica", la cual, con el tiempo, y ahora conforme con el reciente informe de Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, resultó que, según se dice, en realidad no fue verdad histórica sino un burdo invento de aquél.

Y cuando parecía que por fin ya se iba a conocer la auténtica verdad de esa tragedia y que ahora sí los familiares de los estudiantes conocieran todo lo que sucedió aquella noche, resulta que se dan a conocer en el periódico "Reforma" lo que parecía ya era cosa del pasado,  filtraciones de datos, elementos o constancias que quizá forman parte del acervo probatorio con que cuentan las autoridades, obtenidos no se sabe de qué manera, menos  quién los tomó y los proporcionó a la persona que hizo su difusión en el referido diario.

Entonces como se puede ver, ahora lo que sucede es que, con tanto manoseo, por lo contaminado del caso, prácticamente han metido en un tremendo brete al órgano judicial (cuya actuación de por sí ha sido muy cuestionada) para resolver lo que legalmente proceda y debía ser como es una sentencia de condena y la imposición de la sanción penal correspondiente a quienes verdadera y realmente hayan tenido participación indirecta o directamente en esa tragedia.

En honor a la verdad debe ser muy duro para los padres y familiares de los estudiantes desaparecidos, ver que la tan anhelada justicia aún no llega; y como pintan las cosas parece que lamentablemente no llegará y cada año continuarán reiterando y recordando que ese anhelo seguirá quedando en eso, un simple anhelo.

Mientras tanto, y no se cuestiona porque algunos personajes que como autoridades por negligencia, ineptitud y falta de responsabilidad dejaron abierta la puerta para que la impunidad en todo su esplendor siga manchando el expediente Ayotzinapa, debiera imponérseles la sanción que corresponda por su reprochable actuación, pues en realidad el deseo de los familiares de los estudiantes y el problema de fondo no es ese, sino que quienes cometieron esa vileza, autores materiales e intelectuales, reciban el castigo que merecen.

Ayotzinapa es una piedra en el zapato o es ya otro talón de Aquiles de las autoridades de procuración de justicia. Los familiares de los desaparecidos reclaman y con justa razón conocer la verdad y que se les haga justicia.

¿Qué falta?, ¿voluntad?, ¿o qué más tendrán que hacer los familiares de los desaparecidos para tener la tranquilidad de que no hay impunidad?, ¿será acaso que tendrán que seguir yendo y viniendo desde sus lugares a la ciudad de México o realizando marchas o actos de protesta y en todo caso, mendingando que se les haga justicia? (altar_mayor@yahoo.com.mx)