Entre la felicidad y los salarios mínimos

Nos despierta la curiosidad y atención el comentario “Aumento al salario mínimo, es una mentira económica”

Nos despierta la curiosidad y atención el comentario “Aumento al salario mínimo, es una mentira económica” de Ramsés Pech, publicado en días pasados en el Diario Presente, Milenio y otros medios; ciertamente los incrementos que anualmente se dan a los salarios mínimos como se les denomina en nuestro país, provocan aversión. Aunque esto, más bien es con quienes acuerdan y definen los montos, no propiamente contra los recursos monetarios, ya que de forma alguna estos resarcen en parte el poder adquisitivo de lo perdido.

El hecho de que los políticos o gobiernos anteriores hayan manejado los incrementos anuales como una conquista para mejorar la calidad de vida de la clase trabajadora, los empleados están conscientes de que los exiguos incrementos en la mayoría de las veces no alcanzan siquiera cubrir el tope de los incrementos anualizados acorde a la canasta básica.

Es necesario destacar que la merma que sufren los salarios mínimos comienza desde el primer incremento que se da en los productos, esto es desde principio de año y así sucesivamente durante los doce meses del ejercicio. En tanto que el incremento salarial, es algo que se acuerda en los últimos meses y entra en vigor a principios del siguiente año, lo que deja en desventaja a la clase trabajadora que ve reducirse su poder adquisitivo durante todo un año. Ha sido la mecánica de un sistema que “expropia” la riqueza generada por el trabajo.

Desde luego que esto no significa bienestar para las familias como bien lo dice el autor referido, aunque habrá de destacarse que es en el gobierno de AMLO cuando más ha mejorado el ingreso de los trabajadores que cobran el salario mínimo. Además un referente para otros pagos.

Cierto que mucho menos con ello se alcanzará la felicidad de vida, este concepto es una concepción abstracta que no podría afirmar que se obtenga con un determinado número de salarios. Tampoco podría afirmar que se pueda cuantificar la felicidad de vida en porciones o equivalencias de salarios mínimos contratados; en todo caso se podrían cubrir las mismas necesidades, repitiéndose el ejercicio anterior, esto es con la inflación. 

Durante todos los tiempos en que el hombre se ha cuestionado e interrogado acerca de su ser, a lo largo de la historia, pensadores, estudiosos y filósofos se han encargado de definir el concepto de felicidad. Algunos la han asociado a la obtención de bienes y logros, otros al placer, mientras hay quienes vinculan este estado de emoción a la autosuficiencia del ser. Lo cierto es que las respuestas han sido variadas desde donde se consideran las culturas, tradiciones, tiempos políticos y hasta creencias religiosas y espirituales.

Luego entonces, entre la felicidad y los salarios mínimos ¿hay un vínculo ineludible? ---Alguien dijo -no lo sé, puede ser, quizá, tal vez…

TREN, MÁS QUE UN MEDIO DE TRANSPORTE

Al supervisar el fin de semana reciente el tramo 5 del Tren Maya, que va de Tulum a Cancún, en Quintana Roo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que esta magna obra, prevista a entregarse en diciembre de este año, es “respetuosa del ambiente” y “cuida y protege las zonas arqueológicas del sureste” del país. 

Acompañado de la gobernadora Mara Lezama Espinosa, el mandatario realizó un sobrevuelo, el sábado pasado, para constatar los avances de los trabajos que se realizan en este tramo, que consta de 121 kilómetros, el parque Jaguar y el nuevo aeropuerto de Tulum.

Después, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, le mostró la maqueta del puente atirantado, proyecto que “es una muestra de esta ingeniería mexicana con dimensión ecológica y cultural”, posteó el presidente en su cuenta de Twitter. 

López Obrador compartió un video en el que destacó que la edificación del puente atirantado “significa la protección de ríos subterráneos, de cuevas, cenotes y se está librando, se está protegiendo de verdad, no de manera demagógica el medio ambiente". 

Recordó que algunos de sus detractores en el caribe mexicano, que se oponían al Tren Maya, ellos sí destruyeron el medio ambiente y dañaron cenotes, así como empresas como Calica, que explotaba material pétreo en esa zona con fines de exportación, tienen en sus terrenos “hasta sitios arqueológicos”. 

Lo del Tren Maya, subrayó el presidente, es muy distinto, “es la comunicación moderna, desde luego, pero cuidando el medio ambiente, nuestras riquezas naturales y los sitios arqueológicos, que es lo que más vale, porque es lo que nos da nuestra identidad”. 

El Tren Maya, obra a cargo de Fonatur, que encabeza Javier May Rodríguez, está prevista a entregarse en diciembre de 2022. Es, cabe reiterar, una de las acciones estratégicas más importantes del presidente López Obrador.


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