Selva Tabasqueña

La verdad histórica de los normalistas

Ese ‘sí les vamos ayudar, sí vamos a saber la verdad’ que narran los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, que recibieron de parte del Presidente electo, es un gran paso para reestructurar el abordaje de una herida que el Estado Mexicano trae arrastrando desde hace cuatro años.

Y es que no es un asunto que haya calado en la imagen de Peña Nieto, de Murillo Karam, de Tomas Zerón y de muchos otros hombres y mujeres que desempeñan o desempeñaban cargos dentro de la estructura gubernamental, no, el escrutinio público nacional e internacional ha manifestado su asombro y frustración porque el Estado Mexicano no ha podido “armar” una verdad concisa, integral y digna de ser creíble. Esa verdad, es una deuda del Estado Mexicano, es un laste que la figura presidencial trae sobre sí, y es un dique que retumba a diario en todos los rincones del país, que son azotados por la violencia.

La verdad histórica y su fragilidad no solo ha roto las esperanzas de padres y familiares de esos normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, si no además ha acrecentado la rabia, impotencia y desconfianza de miles de mexicanos que a diario se levantan con el anhelo de una explicación, indicio o prueba acerca de lo que ha pasado con su familiar desaparecido, y peor aún ha soterrado la institucionalidad mexicana y nublado los esfuerzos que en materia de protección de derechos y procuración de justicia, el Estado mexicano ha hecho.

El rayito de esperanza que AMLO lleva años enarbolando, hoy ha tocado las fibras más sensibles de esos padres guerreros que a lo largo de 48 meses no han desfallecido, ni abandonado la búsqueda de una verdad que les permita dar descanso a su alma cincelada, y a sus cuerpos cansados, sangrantes y agobiados; ayer salieron a las calles con el ánimo renovado, expectantes ante la promesa de un Decreto que reinstale a la comisión conformada por organismos internacionales como la ONU y el GIEI, y se avoquen con neutralidad, transparencia, máxima publicidad y apegado  a los principios rectores de la legalidad a la obtención inmediata de la verdad y esclarecimiento convincente de lo que paso aquella trágica noche del 26 de septiembre de 2014. Sin duda una verdad, que por más dolorosa que sea terminará por fortalecer la confianza ciudadana y a las instituciones del Estado.

Rosetas. En el PRI estatal está claro que desde hace tiempo se había perdido el ritmo, las vistas de la debacle se acrecentaban con el jugueteo que en la dirigencia se daba, en los últimos años se acostumbró tener interinos del interino, lo que resultaba en periodos estatutarios truncos y muy manoseados, sin una línea política definida y sin un liderazgo amalgamado a las bases, ya que los sustitutos llegaban al relevo por la maniobra “sagaz” de algún cabeza de grupo, dejando en cada movimiento un lista de “trompudos”; ahora se dice que entraran a la renovación de las dirigencias haciendo un ejercicio democrático allí de donde nunca se debieron alejar: en las bases.

Pero en verdad, ¿este PRI presente tendrá la fuerza para armar una fiesta democrática interna?; se dice que cuentan con instrumento poderosísimo para que consulta sea exitosa, el padrón de afiliados, que cierto es ahora es calificado por la autoridad electoral, pero pasado un proceso electoral donde fueron arrollados, razonable es no confiar del todo en un listado que no garantiza que los allí anotados se “barrajaron” en las urnas por los candidatos priistas, aunado a los que en plena definición “robalearón” y hasta se cambiaron de bando; entonces ¿quien será el guapo que le apueste todas la canicas al padrón interno?

Zarpazos.

Saldremos de la crisis se dice, pero, ¿eso quiere decir que el rescate pedido a la Federación está a punto de ser palomeado?

En tanto en la UJAT los maestros, y personal administrativo y operativo algo huelen, por eso ya se anuncian listos para marchar…

Es hasta positivo el embrollo por las asignaciones directas, que por cierto siempre han existido; hoy más que nunca se requieren de ojos vigilantes para vencer la tentación; los que hoy son oposición ayer fueron gobierno, y sí, nunca chistaron por todas las asignaciones directas que se hicieron. En algo todos coinciden, de instaurarse para lo que viene, deberá haber pulcritud, transparencia, reglas y procesos claros y mucha honestidad y experiencia en los elegidos, de lo contrario el desencanto será generalizado.

A 197 años de la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México, la independencia de nuestro país sigue luchando por que sea una realidad el reinado de la justicia y  la unión de todas las clases sociales, la deuda sigue pendiente…