Un nuevo llamado de atención

En estos tiempos de compleja crisis está clarísimo que, en la cabeza del mandatario nacional existe la convicción de mantener la estabilidad con medidas austeras

En estos tiempos de compleja crisis está clarísimo que, en la cabeza del mandatario nacional existe la convicción de mantener la estabilidad con medidas austeras, y no apostarle al crecimiento fincado en el endeudamiento.

La tecnocracia pura, analistas avezados, organismos internacionales, críticos y opinologos, y hasta ciudadanos de a pie tienen problemas para entender el rumbo, las formas, la lógica y la razón de ser de un plan que es desconocido para muchos, añejo y anquilosado para otros, y muy primario y corto para otro gran tanto, pero el Presidente de la Republica no cede un ápice y martilla que con su plan se pretende romper la herencia maldita de que en tiempos de crisis se apriete el cinturón al pueblo, se enajene (mas) el futuro de generaciones y, se termine solo salvando y garantizando estabilidad a un reducido segmento social, en tanto le apuesta si a un despliegue rápido de los programas de reactivación económica, con lo que pretende dinamizar de inmediato la economía popular y generar un movimiento en cascada., aunque tampoco renuncia a ver con buenos ojos todo intento productivo de la iniciativa privada, claro ello bajo la premisa de “responsabilidad y riesgo sin cargo al erario”.

La frase “no me gusto el modito” es un nuevo llamado de atención a los adversos, pero también a los aliados, en el sentido de que el poder económico no es quien marcará la agenda al poder político de la 4T; ¿será que a los encargados del manejo del paquete económico de la 4T no les quedo claro por qué cayó tan pronto Urzua? ¿no escucharon el reclamo airado del mandatario cuando dijo en desaprobación que “el PND parecía que lo había hecho Cartens o Meade? ¿no han entendido que el líder de la 4T no palomeará nada con tufo neoliberal? He allí el talante y visión del jefe, un contraste férreo que primeramente deja en claro quién manda, por eso el también reiterado “no soy florero”, y segundo que se certifica y afianza aun sobre la multiplicidad de perfiles que en el gabinete se tiene, léase experiencia académica probada (Graciela Márquez en economía), experiencia financiera privada y pública (Arturo Herrera en Hacienda) y, la larga experiencia político-ejecutiva (Marcelo Ebrard en Relaciones Exteriores y en días atrás convertido en un símil de “vice”).

Lejos de lo escandaloso que podría resultar que un jefe contradiga públicamente a sus subalternos, se debe resaltar el hecho de que el mensaje es claro “el PRESIDENTE no aceptará ningún compromiso o adeudo que comprometa a todos los mexicanos”, aun cuando sus técnicos consideren que es oportuno tener un abanico de posibilidades para equilibrar la economía, ósea el mandatario morirá en la raya, defendiendo el interés mayoritario, aunque ello implique una recuperación mas lenta y poco ortodoxa. Solo el tiempo y la realidad definirán claramente si la tozudez fue adecuada o fallida, y claro está, en esa medición influirá el comportamiento de la pandemia en los próximos días.