Vuelta Continua

El sureste y la clave del petróleo

La visita el pasado fin de semana de la futura secretaria de Energía, Roció Nahle, ha suscitado un falso debate en torno al Impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a las gasolinas. Algunos acusan que el próximo presidente no va a cumplir su promesa de bajar el precio de este combustible, lo que pasa necesariamente por eliminar, o al menos reducir, este impuesto.

Le decía que el debate es falso, porque el propio Andrés Manuel López Obrador dejó claro, desde que era candidato, que no es posible de un golpe de timón alterar de esta forma el precio de los combustibles porque ello tendría un impacto directo en las finanzas públicas. Su compromiso en Compostela, Nayarit, en abril pasado, fue congelar el precio para que ya no suba, y en dos años, cuando las condiciones económicas hayan mejorado si todo sale bien, entonces sí, bajar su costo al público.

A Tabasco, menos que a cualquier otro estado, no le conviene que el IEPS se elimine de golpe este año, porque representan un ingreso importante tanto para el gobierno del estado como para los municipios. Tan sólo este año se estima que la recaudación federal por IEPS a gasolinas sea de más de 216 millones de pesos.

Si para el estado la sequía de recursos frescos ha desatado una falta de liquidez que golpea diversos sectores, la falta de ingresos por IEPS sólo podría complicar el escenario. Tan sólo por este impuesto el gobierno del estado dispuso de 2 mil 635 millones desde 2014, mientras que los municipios se repartieron 782 millones.

Estos son recursos que no vienen etiquetados, y que del que las administraciones han podido disponer para hacer frente a sus compromisos  de gasto corriente, que incluye sueldos, salarios y otras prestaciones. Si se cortara esta fuente de financiamiento de un año a otro, sin contar con otra para suplirla, la falta de pago a trabajadores sería un problema generalizado.

Ya que no hay economía que aguante golpes como ese, el IEPS debe continuar al menos otros dos años, en lo que se define si es posible o no sustituir este ingreso por otro. Este podría llegar a ser el caso con ingreso por exportación de gasolina, una vez que la refinería de Dos Bocas entre en operación, pero por lo pronto habrá que empezar a trabajar con lo que haya.

Y aunque la posibilidad de que se replanteen las tan largamente anunciadas Zonas Económicas Especiales ha provocado también mucho ruido, lo cierto es que por lo pronto nada se tiene, más que una declaratoria a la que han seguido algunos trabajos para preparar el marco legal, y la limpieza de un terreno que no tiene la menor infraestructura.

Lo importante será la forma en que se pueda detonar la economía regional, más allá de Tabasco. En ese sentido, la reunión que sostuvieron ayer la futura titular de la secretaría de Bienestar, María Luisa Albores Gonzáles, con los gobernadores electos de Tabasco, Adán Augusto López Hernández; de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas y el de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, es una muestra clara de que hay compromiso con el desarrollo social.

Aunque quizá haya que explicar todavía más de una vez cuál es el plan para darle tranquilidad a los inversionistas y evitar los falsos debates que sólo tienen la intención de generar inquietud, lo cierto es que si se cumple la promesa de “emparejar” el desarrollo del sur con el del norte, Tabasco y los estados vecinos serán un motor de su propia riqueza como no se les ha dado la oportunidad de serlo –más bien han servido para desarrollar otras regiones- , y bien podríamos empezar a prescindir de impuestos especiales para complementar el gasto público.

PRIMERA PARADA

No pasó desapercibida la presencia de José Antonio de la Vega en el reciente recorrido que hizo el futuro secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, junto al gobernador electo Adán Augusto López y la próxima secretaria de Energía, Rocío Nahle. Los colaboradores de Andrés Manuel López Obrador supervisaron las necesidades de infraestructura para el desarrollo de la zona en donde se ubicará la nueva refinería. Fue oportunidad para que López Hernández ratificara su amistad y confianza con Pepetoño.

SEGUNDA PARADA

Tampoco debe pasar desapercibido el hecho de que fuera Javier May y no Ricardo Monreal quien recientemente en el Senado leyera la iniciativa de Morena –y de AMLO- para elevar a delitos graves la corrupción, el fraude electoral, los ilícitos relacionados con el combustible (como el huachicoleo) y el uso de armas. Inicialmente era Monreal quien haría oficial la propuesta pero hubo un cambio de última hora. También en el caso de Mayo Rodríguez pesan los afectos y la lealtad a López Obrador.

PARADA ESPECIAL

Para que no haya duda y en contra de las especulaciones, López Obrador fue muy claro y enfático: Octavio Romero será director de Pemex. Es –dijo- “un servidor público honesto (…), le tengo toda la confianza”. Es precisamente confianza y certidumbre lo que se requiere en un sector tan complejo y delicado como el petrolero. Y AMLO lo sabe. ¿Lo sabrán otros?