MULEY - Diario Presente

Nelly Muley, según ella misma

A fines de los años cincuenta del siglo pasado, mi padre se fue de la casa tras los encantos de una adivina, relativamente célebre en los amplios círculos, siempre ignorados, siempre vivos, del esoterismo mexicano.La adivina, nacida Trinidad Reséndiz, había adoptado como nombre de guerra el de Nelly...