Nelly Muley, según ella misma

A fines de los años cincuenta del siglo pasado, mi padre se fue de la casa tras los encantos de una adivina, relativamente célebre en los amplios círculos, siempre ignorados, siempre vivos, del esoterismo mexicano.

La adivina, nacida Trinidad Reséndiz, había adoptado como nombre de guerra el de Nelly Muley, siguiendo el camino de otras quirománticas que entendían provechoso para su oficio llevar nombres alusivos al Oriente, o lo que ellas suponían el Oriente.

Era la hermana menor de otra célebre adivina, Zulema Moraima, María Ciriaca Reséndiz, quien famosamente le predijo al poeta Ramón López Velarde su joven muerte.

He contado esa historia con algún detalle en mi novela Adiós a los padres.

Vuelvo a ella porque en estos días augurales del año, Héctor de Mauleón añadió a los trabajosos registros de mi narración, el hecho de su feliz encuentro con la mismísima Nelly Muley en uno de sus insaciables viajes a la hemeroteca.

De Mauleón me hizo llegar un aviso publicado en el diario La Prensa el 18 de noviembre de 1951, donde Nelly describe y ofrece sus dones arcanos.

El aviso incluye el retrato de una hermosa mujer madura, blanca, de cabellera negra encrespada, frente amplia, nariz recta, cejas y ojos atigrados, labios encarnados insinuantes, al igual que su mirada, a la vez invitadora y enigmática.

El texto dice:

Nelly Muley, Doctora de Almas.

Profesora en Psicología y Alta Magia, con sus estudios amplios y efectivos le devolverá a la persona amada. Le dirá la forma de alcanzar el éxito, poder y felicidad.

Cualquier asunto de amor o negocios los solucionará en tres días. Matrimonios en corto tiempo, con sus grandes estudios en Numerología le dará el número de Lotería que le corresponde,

Diosa del Misterio, Doctora en Ciencias Ocultas.

Con sus estudios del Eco Fluídico retira sanciones, daños y maleficios. Le preparará el talismán personal con los metales que le favorecen y lo hará triunfar en lo que emprenda.

Tiene poderosos perfumes traídos de la India, para triunfar en amores.

Véala personalmente cuanto antes en Bucareli No. 53-8, o consúltela escribiéndole directamente a Bucareli 53-8, Zona 6, de México, DF. –Teléfono 13-71-46.

No sabría qué añadir.