Defender la libertad de expresión de los bots y los trolls

INE protege a robots o algoritmos "Niega INE indagar granjas de bots", 14 de marzo 2024) que no son personas, y en una realidad jurídica, tecnológica y periodística real la sanción anterior se concluye: "Los derechos constitucionales se aplican a personas, no a fantasmas virtuales".

En estos días de reflexión leía nuevamente la columna Escala Crítica en Diario PRESENTE, del sábado 23 de marzo del año en curso, donde se hace referencia a la cancelación de la investigación sobre el uso de bots para temas políticos por el INE el 14 de marzo alegando que: " se debe defender la libertad de expresión incluso en expresiones electrónicas".

El autor señala que el INE protege a robots o algoritmos (ver también La Jornada, "Niega INE indagar granjas de bots", 14 de marzo 2024) que no son personas, y en una realidad jurídica, tecnológica y periodística real la sanción anterior se concluye: "Los derechos constitucionales se aplican a personas, no a fantasmas virtuales".

De esta columna es interesante destacar:

- Bot es la abreviatura de robot que es un programa informático para imitar las acciones humanas de forma automatizada, es decir es una cuenta administrada por un algoritmo no por una persona real. El bot como noticia falsa se identifica por las tres A: actividad, anonimato y amplificación, es decir, reproducción para tráfico de internet que son utilizados para fines ilegítimos y que no significan libertad de expresión, sino una forma de prestación de servicios por las empresas intermediarias.

- Existe una errónea interpretación entonces de los alcances y límites de la libertad de expresión que sitúan a los intereses corporativos transnacionales y las empresas intermediarias que se erigen como guardianes de la libertad de expresión por encima de los intereses de los ciudadanos de las naciones y sus culturas propias; esto ha culminado en una grave violación de derechos fundamentales que se integran en el derecho a la dignidad de la persona sancionado desde al artículo 1º de la Constitución Federal en México.

- Los robots son meros objetos que se encuadran dentro del internet de las cosas, entiéndase un mundo donde lo cierto es que el centro de la personalidad será el ser humano y no los robots.

- Los trolls son personas que inician intencionalmente un conflicto en línea, ofenden a otros usuarios para distraer y buscan provocar respuestas emocionales que permitan tergiversar el debate. Por tanto, los responsables de acciones provocadas por los bots y los trolls serán las empresas que permiten indiscriminadamente su reproducción.

La cuestión de la personalidad jurídica de estas manifestaciones en redes sociales ha alcanzado al derecho electoral, siendo una parcialidad injustificada de la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral perteneciente al INE - en definitiva conocedores de las posiciones jurídicas - la negativa ante las pruebas presentadas por el partido Movimiento de Regeneración Nacional sobre atentados contra violencia digital, a investigar las evidencias plagadas de mensajes con hashtags, y que constituyen en definitiva una granja de bots impulsadas por algoritmos de @ o almohadilla # que han provocado un tráfico de manifestaciones insultantes con matices claramente políticos.

Elon Musk el actual propietario de X -antes twitter- afirma que los bots son una plaga en las redes y significan una prioridad el deshacerse de ellos por el hostigamiento con identidad apócrifa de mensajes no deseados que violentan cualquier manifestación de intercambio o debate de expresiones, por lo que en principio la posición del dueño actual de la red X y también de Tesla había expresado que tanto para los administradores de bots como trolls caería el peso de la ley, sin embargo la ambivalencia de la existencia normativa se observa apuntalada ahora ante la negativa de las autoridades electorales de establecer iniciativas, cuando el propietario de uno de los principales imperios virtuales declara garantizar que X permanezca  segura y libre de bots. (Investigadora Nacional Nivel III de CONAHCYT, colaboración para Diario PRESENTE)