Por tronarse los nudillos de la mano casi muere
Dentro de su cuerpo había bacterias mortales que lo devoraban.
La común y odiosa (para algunos) práctica de tronarse los nudillos casi le cuesta la vida a Antoine Boylston, un hombre de 31 años que se abrió una vieja herida mientras hacía sonar los huesos de sus manos.