Presunta gerente de una pizzeria niega entregar un pedido de 5 pizzas a un “motomandado” y ordenó a los empleados que no se le venda ningún producto a estas personas; la mujer asegura que está ‘bien parada’ con sus jefes a nivel regional. El incidente ocurrió en la sucursal de Little Caesars sucursal Soriana.

La noche de ayer un motociclistas dedicado al oficio de “motomandados” acudió a la pizzería Little Caesars, ubicada en el estacionamiento de Soriana; el motociclista se colocó en la fila para ingresar al área de mostrador y realizar el pedido 5 pizzas, lo que sumaba un total de más de mil pesos. La empleada que tomó el pedido le dijo que en 40 minutos le entregarían sus pizzas, por lo que  el hombre aguardó el tiempo de espera para recoger las pizzas e irlas a entregar su cliente que ya lo esperaba.

Los minutos pasaron, y justo a la hora, el motomandado ingresó de nueva cuenta a la pizzería para preguntar cómo iba el pedido y una femenina que se identificó como la gerenta de la sucursal, le indicó que aún no estaba y tendría que esperar unos 40 minutos más.

El joven prestador de servicio le hizo saber que ya tenía una hora esperando su pedido, respuesta que hizo enojar a la presunta gerente de la sucursal de Little Caesars y le indicó al personal de la pizzería que por órdenes de ella las pizzas se le entregarían hasta después de las 11 de la noche, cuando a esta hora ya no hay servicio. El motomandado le indicó a la gerente que él ya había pagado las pizzas y que su cliente requería del producto; entre dimes y diretes y hasta una mentada de madre por parte de la encargada de la sucursal hacia el consumidor le regresaron el dinero de las pizzas que había pagado. Para ‘rematar’, la gerenta de esta pizzería dio órdenes a su personal para que no vendan pizzas a ningún otro motomandado e indicó que ella está bien “parada” con sus jefes regionales y que gracias a ella la pizzería está bien posicionada en la ciudad de Cárdenas.

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