Juan Pablo Oramas está como "tigre enjaulado", esperando hacerse la segunda prueba de Covid-19 y dar negativo, para vengarse de Benjamín Gil y los Tomateros de Culiacán en la final de la Liga Mexicana del Pacifico (LMP).

El serpentinero tabasqueño que está a la espera someterse a otro estudio, luego de que se diera a conocer que se infectó la semana pasada, está esperando la oportunidad de lanzar con los Naranjeros de Hermosillo en la disputa por el gallardete del circuito invernal y con ello cerrarle la “boca” al timonel guinda, que el año pasado menospreció su calidad en la loma de los disparos.

Juan Pablo Oramas en la final de la Temporada 2019-2020 estuvo como refuerzo de los Venados de Mazatlán, con quienes perdió en el séptimo y definitivo juego ante Culiacán, pero previo hubo controversia porque Benjamín Gil se refirió al choco como un simple lanzador, “es el mismo pitcher de hasta cuando yo me lo enfrenté en 2011, no es Clayton Kershaw, es un buen pitcher en esta liga y punto”, dijo el timonel el año pasado.

En las semifinales Hermosillo venció a Sultanes de Monterrey y Culiacán a Yaquis de Ciudad Obregón.

Para esta final Juan Pablo Oramas llega mejor que en 2020, ya que viene de ser nombrado el Pitcher del Año gracias a su récord de 8 ganados por dos derrotas, con una efectividad de 2.80, lanzó en 70 entradas completas y dos tercios de labor, concluyó con 57 ponches.

La final comenzará este viernes 22 de enero a las 19:00 horas; en el caso de Juan Pablo Oramas podría incorporarse la siguiente semana de dar negativo.