Desde hace casi más de 70 años de la fundación del panteón central de Tamulté de las Sabanas, vecinos viven cargando las sombras de las bóvedas abandonadas y de lo que en su tiempo fueron fosas comunes.

Desde hace décadas, las personas comentan que este panteón ha tenido cierto misterio, se dice que las personas fallecidas, que en sus inicios fueron sepultadas en fosas comunes, aparecían sus espíritus a ciertas horas de la noche para platicar con otros seres que también habían fenecido en su tiempo.

‘SE OYEN VOCES’

Doña Adolfina Sánchez, ama de casa que tiene su vivienda cerca de ese camposanto, menciona que hace varias décadas y para estas fechas de noviembre algunas personas atestiguaban ver algunos espíritus debajo de un gran árbol y escuchar pláticas en su lengua yokot’an como nuestros primeros padres lo hacían.

Algunas de las conversaciones que doña Adolfina narra, eran acerca de cómo iban sus milpas en sus terrenos o de cuánto saco de maíz cosechaba, al igual de que se escuchaba plática sobre la pesca, de que en algunas zonas se podía pescar gran cantidad de mojarras y mejores.

Los vecinos que veían esas sombras o espíritus bajo ese árbol se atemorizaban y se resguardaban en sus casas, sin ganas de salir a hacer algún mandado, salvo que se fueran en grupo. Muchas de estas familias,

se aferraban más a sus creencias que para estas fechas sus difuntos lo visitaban, y era necesario hacer preparativos en sus altares con lo que ellos comían y bebían cuando vivieron en estas tierras.

• Hasta el día de hoy, la leyenda permanece y muchos dicen que, para esta temporada, sobre todo en la noche, el misterio enchina la piel, por algunos ruidos que se escuchan en este lugar que esta destinado para el descanso de las almas.