Cunduacán, Tab.- 

ESPERANZA RECUPERADA

Doña Esmeralda Díaz Solís, habitante del poblado 11 de Febrero de Cunduacán, ya había perdido la esperanza de que algún día le entregaran un apoyo por su condición de discapacidad, hasta que llegó el Gobierno del Pueblo, que desde un inicio se comprometió a apoyar a los que menos tienen y a los grupos más vulnerables del estado.

"Le doy las gracias al gobernador, porque me hacía mucha falta ese apoyo, mi silla de ruedas me es muy necesaria para realizar mis actividades cotidianas; es como mis pies, porque me va a permitir moverme para todos lados. Con hechos, este gobierno está apoyando a las personas que más lo necesitan", subrayó.

Madre soltera de un niño y con su mamá de la tercera edad, viven los tres solos y no dependen de nadie, únicamente de su trabajo doméstico, hacer comida o cualquier otra actividad que su condición le permita.

"No dependo de nadie, más que de mi Señor", comentó al remarcar su fe.

Visiblemente emocionada, dijo que al enterarse de que el mandatario visitaría Tulipán, para encabezar una Jornada de Atención al Pueblo en Territorio, inmediatamente empezó a preparar sus documentos para ir al encuentro con él y los servidores públicos del Gobierno del Pueblo, con el único fin de solicitar el apoyo que tanta falta le hacía.

"La silla de ruedas que traigo me la prestaron para que viniera a la audiencia pública y esperar que me dieran la mía. La verdad es que todos me atendieron con mucho respeto y paciencia, y luego de revisar mis papeles, me entregaron de inmediato mi silla. Estoy muy agradecida con el Gobernador, porque esto cambia mi vida", enfatizó.

Además, la también ama de casa compartió que hace unas semanas se inscribió al programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, por lo que ya recibió su tarjeta bancaria para que en los próximos días reciba su primer apoyo, que utilizará para cubrir sus necesidades personales, pero también las de su hijo y de su mamá.

"Estoy muy contenta y feliz, porque además de que ya tengo mi nueva silla de ruedas, ya voy a empezar a recibir mi apoyo por la discapacidad que tengo, y que nos va a ayudar mucho a mí, a mi hijo y a mi madre", puntualizó.

• Con la esperanza de que los días malos quedaron atrás, doña Esmeralda se dijo agradecida por la tan anhelada ayuda. 

"Finalmente, logré después de muchos años, que me den un apoyo por mi condición", resaltó con sus ojos brillantes al asomarse sus lágrimas por la emoción.