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Dieta y la salud mental
SALUD Y LA ALIMENTACIÓN
La relación entre la alimentación y la salud cerebral es cada vez más evidente. Al igual que la dieta influye en enfermedades como las cardiopatías o la diabetes, los expertos han descubierto que los alimentos que consumimos pueden afectar el estado de ánimo y la función cerebral.
- Wolfgang Marx, especialista en psiquiatría nutricional, explica que una dieta basada en productos ultraprocesados y con escasos nutrientes se vincula a un mayor riesgo de depresión y ansiedad. De hecho, un estudio de 2024 reveló que quienes consumen estos alimentos tienen hasta un 48% más de probabilidades de padecer ansiedad y un 22% más de desarrollar depresión.
Por otro lado, adoptar una dieta más saludable puede favorecer la recuperación de la depresión severa. Una revisión de estudios publicada en 2025 encontró que la dieta mediterránea podría reducir los riesgos de padecer depresión, ansiedad y TDAH en niños y adolescentes.
Sin embargo, muchos profesionales de la salud mental no reciben formación sobre nutrición, por lo que la relación entre los alimentos y los trastornos psicológicos aún es desconocida para muchas personas.
Además, el microbioma intestinal juega un papel clave, pues el intestino es responsable de producir el 90% de la serotonina del cuerpo.
Esta información refuerza la importancia de una alimentación equilibrada no solo para la salud física, sino también para el bienestar mental.
- No existe un alimento milagroso capaz de prevenir los trastornos mentales, y la dieta por sí sola no debe sustituir los tratamientos médicos. Sin embargo, ciertos patrones alimentarios pueden complementar las estrategias de salud mental y mejorar el bienestar.
Entre los grupos de alimentos con efectos positivos destacan:
- Pescados y mariscos: Especialmente los pescados grasos como el salmón, las sardinas y la caballa, ricos en omega-3 con propiedades antiinflamatorias y en nutrientes esenciales para el cerebro, como la vitamina B12 y el zinc. Estudios sugieren que su consumo frecuente reduce el riesgo de depresión.
- Alimentos fermentados: Productos como el yogur, el kéfir, el kimchi y el miso contribuyen a equilibrar las bacterias intestinales, lo que puede influir en el estado de ánimo y la ansiedad.
- Frutas y verduras de colores vivos: Son fuente de antioxidantes que reducen el estrés oxidativo. Las bayas, los cítricos y las verduras de hoja verde han sido vinculadas a una mayor sensación de bienestar y menor riesgo de síntomas depresivos.
- Legumbres: Alubias y lentejas aportan vitaminas del grupo B, minerales y fibra, todos cruciales para la función cerebral y la salud intestinal.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces y anacardos contienen nutrientes que protegen el cerebro y pueden reducir la probabilidad de desarrollar depresión.
- Hierbas y especias: Ingredientes como la cúrcuma y la canela tienen propiedades antiinflamatorias y pueden mejorar la función cognitiva.
- Chocolate negro: Gracias a sus polifenoles antioxidantes, consumir chocolate con alto contenido de cacao puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la fatiga mental.
Incluir regularmente estos alimentos en la dieta y disminuir el consumo de productos ultraprocesados puede tener efectos positivos en la salud mental y emocional. Además, la preparación de comidas saludables no solo nutre el cuerpo, sino que también fomenta el bienestar psicológico.
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