Altar Mayor

Atención a migrantes, reto de la 4T

El 1 de diciembre de 2018, con la llegada de la 4t a la Presidencia, posiblemente muchos de sus correligionarios y mexicanos que votaron a su favor, visualizaron o imaginaron algunos escenarios a los que se iba a enfrentar un gobierno que, como se ha dicho, es el primero de izquierda.

Sin poder adivinar, al no contar con una bola de cristal, cómo y de qué características iban a ser esos escenarios, las especulaciones se dieron en uno y en otro sentido; a favor o en contra.

Igual, en su momento, el michoacano Felipe Calderón jamás se imaginó lo que su gobierno tendría que enfrentar escándalos terribles como fue el asunto de la Guardería ABC en tanto que al priísta Enrique Peña Nieto le tocó el caso los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

Hoy al actual gobierno encabezado por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador se está enfrentando a un desafío que, por sus características, tiene una connotación muy particular al tratarse de lo sucedido a  migrantes extranjeros (guatemaltecos, hondureños y venezolanos) que perecieron en una estación del Instituto Nacional de Migración, de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Opiniones y comentarios se han generado al calor de los acontecimientos y, como siempre, el compromiso puntual de las autoridades respecto a que en este caso no habrá impunidad y se llegará hasta donde tope sin importar “caiga quien caiga”.

Por cierto, expresiones conocidas y desgastadas, que al parecen no están logrando el impacto deseado, pues lo real es que de antemano ya se conoce que, como siempre, con el correr el tiempo, este caso de los migrantes pasará a formar parte como uno más, en donde si bien se podrá hablar de que hay responsables, con toda seguridad, sí los hay, lo que no se duda, pero será una parte y hablará de quienes estuvieron en el momento de los hechos cerca y no hicieron nada para auxiliar a los migrantes. Hasta aquí quedará la responsabilidad y no habrá más.

Empero, conocer o saber la verdad de lo que motivó a quienes prendieron fuego a los colchones o colchonetas a hacerlo, como en algún momento alguien se dijo que fue por la desesperación de llevar ya buen rato privados de la libertad sin tomar alimentos, o lo otro relativo a que los migrantes que habían sido llevados a la estación, estaban atemorizados al enterarse de que serían deportados a sus países de origen, esa verdad nunca se sabrá porque quienes podrían decirla hoy ya están muertos.

En tanto que los migrantes que lograron sobrevivir dirán con angustia lo que se les ocurra y aunque en sus palabras pudiera haber elementos de la verdad, ésta difícilmente se podrá clarificar, y ahí quedará el asunto, hasta que vuelva a ocurrir otro igual o parecido.

Porque decimos esto, por lo que ya bastante   información tienen con toda seguridad los gobiernos de Venezuela, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, México y Estados Unidos, sobre el problema de los migrantes extranjeros, a quienes, por cierto, no lo dicen las autoridades expresamente pero no se puede negar que son, en algunos casos, tratados con el estatus de criminales, como si la migración fuera un delito, esto porque no sabemos que explicación pueda el hecho de que son llevados a una estación migratoria y puestos tras la rejas.

Un asunto muy delicado sin duda en donde la violación a los derechos humanos se da de mil maneras, por los casos de extorsión, violaciones, falta de alimento, carencia de higiene, inclemencias del tiempo, malos tratos, vejaciones, etcétera, situaciones que tienen que padecer los migrantes extranjeros en su larga travesía al partir de su lugar de origen en busca del sueño americano.

Sueño americano del que se sigue hablando, pero que está impregnado de dolor, tristeza, injusticia y sufrimiento.

En tiempo de definiciones, el temple y carácter debe salir a flote y en un esfuerzo serio, no con politiquería, gobierno y sociedad debieran caminar juntos para tratar no sólo con calidad, sino fundamentalmente con calidez, lo referente a los migrantes que por muchas razones, pero principalmente, por falta de empleo y condiciones económicas favorables,  dejando a sus familias y otros llevándolas con ellos, sin tener nada que perder y aun a costa de su propia vida, ellos van buscando lo que en sus lugares de orígenes no encuentran, esto es, tener un mejor  nivel de vida.

¡Ese es el reto en tiempos de la 4T!. (altar_mayor@yahoo.com.mx)