OPINIÓN

Altar Mayor
17/09/2025

Factureras, el lastre fiscal....

Hace unos días, en el diario La Jornada, el analista financiero Fernando Camacho Servín escribió  que "las factureras son un cáncer económico para el país, pues se calcula que el daño causado al emitir comprobantes fiscales por obras o servicios nunca realizados podría ser de entre 3 y 4 billones de pesos, alertaron expertos en un foro sobre evasión fiscal realizado en la Cámara de Diputados; legisladores de Morena informaron que el Ejecutivo enviará al Congreso una serie de iniciativas para actualizar el Código Fiscal de la Federación y combatir la facturación falsa (la cual está controlada por una casta muy peligrosa de políticos y criminales) con toda la fuerza del Estado".

El tema no es asunto menor cuando, desde el sexenio anterior el ex presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al extremo de calificar a esas empresas (factureras) como uno de los "frutos prohibidos del neoliberalismo", pues en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto aquéllas crecieron exponencialmente, a la vista de las autoridades hacendarias, que en no pocos casos ampararon todo tipo de actividades ilegales y  desde luego la defraudación al fisco.

El entonces mandatario tabasqueño procuró combatir ese vil negocio como también impulsó extrema vigilancia con el fin de impedir la evasión fiscal que, en su oportunidad, llegó a generar datos en el sentido de que las arcas nacionales habrían dejado de percibir ingresos de no menos de 350 mil millones de pesos por año derivado de esas prácticas ilícitas.

Ahora se entera uno que al aplicar acciones para combatir a las factureras y la evasión fiscal se han logrado encontrar 10 mil 932 contribuyentes que simulan operaciones "lo cual, ---refiere un análisis técnico dado a conocer-- lejos de implicar una mayor recaudación, resta, pues emiten facturas sin actividad económica que respalde sus comprobantes fiscales, lo que a su vez permite a otras empresas deducir impuestos o bien facilita el lavado de dinero de actividades ilícitas".

En todo esto, resalta el hecho de que la ex jefa del SAT Raquel Buenrostro, en su oportunidad, reveló que "como parte de las investigaciones institucionales, se demostró el fraude de 43 factureras relacionadas con firmas fachada que venden facturas de operaciones simuladas, en las que participaban 8 mil 202 personas, entre físicas y morales. El monto de las facturas falsas ascendió a 93 mil millones de pesos; si hubieran pagado IVA e impuesto sobre la renta (ISR), el erario habría captado 55 mil 125 millones de pesos sólo en el ejercicio fiscal 2017. Todas las empresas se relacionan entre sí, comparten personas físicas, o sea, clientes; 244 clientes de ellos compran en varias de las empresas facturera s; en total se analizaron 22 millones de facturas".

Tan solo en el arranque del gobierno de López Obrador, el SAT detectó que entre 2014 y junio de 2019 se defraudó al fisco con 354 mil 512 millones de pesos, por medio de empresas que deducían con facturan falsas que amparaban operaciones simuladas. En junio de 2019 se acreditó la existencia de 8 mil 204 facturera s; dos años después, ese número se había reducido en casi 34 por ciento.

Se dice que el combate a estas prácticas ilegales funcionó muy bien... hasta que intervinieron los protectores de ésta y muchas más actividades ilícitas: los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de ese entonces, con Norma Piña a la cabeza, y de un plumazo detuvieron el programa gubernamental para localizar y sancionar a las factureras y a los evasores que a ellas recurrían, al tiempo que vetaron la prisión preventiva para los defraudadores.

El Sistema de Administración Tributaria (SAT) ahora en tiempos de la Presidenta Claudia Sheinbaum prepara un paquete de reformas fiscales para fortalecer los mecanismos legales que permitan combatir con mayor firmeza a las factureras que representan el gran lastre del cual la autoridad hacendaria no ha logrado librarse del todo pese a todo lo que se realizó en la gestión federal anterior. 

Entrelíneas.....

Inteligente la respuesta de la presidenta de la Cámara de Diputados Federales, Kenia López Rabadán ante el desaire del Presidente de la SCJN Hugo Aguilar en una actividad oficial el lunes pasado; la dama en vez de caer en el juego de dimes y diretes respondió que "México no necesita aplausos, necesita justicia y México lo necesita, soy una militante panista aguerrida, hoy me toca dirigir la Cámara de Diputados y lo estoy haciendo con institucionalidad".

(altar_mayor@yahoo.com.mx)





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