AMLO entra en el jardín de Messi

Parece que al presidente AMLO hay que reconocerle su capacidad para ver no solo lo que es, sino también lo que será

Parece que al presidente AMLO hay que reconocerle su capacidad para ver no solo lo que es, sino también lo que será, la actualidad informativa que por definición nos interesa a una buena parte de los ciudadanos receptores de información. No hace ni una semana López Obrador reflexionaba sobre los excesivos salarios y prestaciones de algunos deportistas y especialmente parece que se refería a los futbolistas que antier tuvieron su “bomba informativa planetaria” con la anunciada voluntad de Lionel Messi de irse del Barcelona, por discrepancias con los directivos de su club. Y ahí comprobamos que el presidente no iba descaminado, sino que por el contrario estaba en lo cierto al criticar a aquellos que ganan “para comprarse 10 ferraris” mientras que hay muchísima gente en este mundo que no ingresa ni lo mínimo necesario para vivir sin necesidades. Messi gana 50 millones de euros al año solamente de salario del Barcelona FC, a lo que hay que sumar contratos por publicidad y otros rubros de los que se desconoce su cuantía total pero que superaran con mucho a lo que es en si su salario inusualmente alto, por no llamarlo insultantemente humillante para un trabajador. Bueno pues Messi quiere que el presidente del club para el que trabaja, -o sea su jefe, el que lo contrató-, dimita de su cargo porque no está de acuerdo con sus métodos y además ha corrido a su amigo del alma Luís Suarez y sin su consentimiento. A los que nos parece impúdica la zarabanda de millones que acarrea la Liga es porque somos unos dinosaurios. No hay que reducirlo a la mocedad ni al de la juventud. Ni siquiera al de la madurez, que es un divino tesoro. El talento incuestionable de los que inventaron el fútbol permite que los que más entienden no acierten jamás una quiniela millonaria. También facilita, como es el caso, que un empleado como Messi trate de ponerse por encima de alguien que fue elegido democráticamente por los socios del Barcelona y tal vez lo consiga. Y a partir de ahí no le será nada difícil poner y quitar entrenador o fichar o sacar a jugadores o manejar a su antojo las finanzas de lo que hasta hoy muchos hemos considerado que es el mejor equipo del mundo: El Barcelona. Todo el que quiera puede tener compañeros de partido pero lo difícil es tener compañeros de trabajo. Tiene razón el Presidente AMLO. En el futbol todo es dinero y nada más. ¡Hola! y ¡adiós! Todo es visto y no visto. En futbol los nuevos compañeros no llegan a ser viejos camaradas, ya que se van muchos antes de envejecer y de adquirir algún sentido de la camaradería. Dicho de otro modo a los futbolistas les han robado en primer lugar el trabajo y, en segundo, a los compañeros de faena. A esa doble estafa es a lo que llamamos “deporte rey”. La casa está sin barrer desde hace bastante tiempo, pero nunca es tarde si la limpieza es buena y el presidente lo sabe y por eso se mete en ese jardín futbolero. Lo peor de los males que nos afligen es creer que no tienen remedio. Algo habrá que hacer cuando aparentemente no se puede hacer nada. Y cuanto antes porque los seres humanos, en general, duramos poco. Sea por unas cosas o por otras –las pandemias, la guerra, el hambre- el caso es que damos muy mal resultado y hay que renovarnos al poco tiempo.