AMLO: Hacienda, la ortodoxia y contra el neoliberalismo

AMLO: Hacienda, la ortodoxia y contra el neoliberalismo

Esta semana hubo movimientos telúricos en la política que al más puesto le movió el piso. Son de esos días en que la credibilidad en las acciones económicas, en el proceder de los gobernantes y en el plano de las medidas a llevarse a cabo en el desarrollo del país, han hecho que muchos tengan respiración de asmático, al punto del ahogamiento. Sucede que nadie le advirtió a la élites que ésta sería su semana. Y ya van varias. Veamos algunos asuntos referentes.

SON ORTODOXO, DICE AMLO

El respaldo que el presidente López Obrador ratificó públicamente esta semana al titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, fue un mensaje no sólo para los integrantes de su gabinete, sino sobre todo para los inversionistas y gobiernos extranjeros. “Soy muy ortodoxo, muy respetuoso de las decisiones que toma Hacienda”, expresó al comentar la renuncia de Germán Martínez a la dirección general del IMSS y a la carta en la que el ahora ex funcionario se quejaba de los recortes y el protagonismo de Urzúa. El mandatario dijo que la SHCP tiene una encomienda muy clara en cuanto a los ahorros y cuidado de los recursos para destinarlos a programas prioritarios. Pero, como le decía, es un mensaje con varios destinatarios.

Las élites tradicionales ven llegar una sombra oscura, y de ya están planeando cómo recibir las medidas que el presidente López Obrador está tomando en materia de recaudación fiscal, y en  la administración de los recursos. Ya no es la misma, vaya. Se acabó una etapa, insiste. Este hecho se enlaza con lo sucedido con el alcalde Evaristo Hernández, cuya iniciativa en materia de enajenación de un predio público y la posibilidad de privatizar el servicio de agua provocó una respuesta presidencial en contra del neoliberalismo. Eso de mover al ayuntamiento a una zona de conocida altura allá por el aeropuerto, que empieza por ser sano, dicen, removió las aguas. “Ya nadie privatiza” en el nuevo horizonte de país. “Las privatizaciones nos hicieron mucho daño”, dijo AMLO. Surge la pregunta de ¿cómo se van a mover las cosas en Tabasco?

Hay que leer con cuidado la letra grandota y la letra chiquita de los planteamientos de López Obrador candidato, activista y ahora Presidente. Existen líneas que se viene repitiendo desde hace décadas, para que nadie se llame a engaño. Y también ha quedado claro que no dejará que nadie ponga obstáculos a su objetivo de hacer un gobierno diferente, con otro sello contrario a lo que él considera como el “nefasto neoliberalismo”.

Así también puede decirse que “agua que no has de privatizar, déjala correr”. Tabasco se precia de tener agua en abundancia, aunque escasee en algunas colonias y poblados, cosa que no nos explicamos, pero escasea. Efectivamente existe una enorme red de tubería y alcantarillado que requiere urgentemente de mantenimiento, que no espera más, porque urge el cambio de infraestructuras y si así está el calor no queremos pensar en la temporada de lluvias. Ya sabemos que aquí llueve tanto como hace calor. Decía un ocurrente señora: “en Tabasco nos inundamos con agua, y también nos inundamos con calor”.

MIRAR AL MUNDO

Dubái es una de esas ciudades artificiales maravillosas. Máquinas expendedoras de oro, paradas de autobuses techadas y con aire acondicionado, tormentas de arena, que no duran mucho, y sueldos decentes. Pero es eso: el sueño de un príncipe hecho realidad, aprovechamiento de fuentes eólicas, energía solar. Porque el dueño será miembro de la realeza, pero tonto no es; un inversionista excelente que sabe capitalizar la tecnología aplicada a la ciudad que ellos querían tener. Aquí nos bastaría que el agua, que abunda, no falte ni se desperdicie; que se mire el crecimiento de la Villa Hermosa que debe ser, con futuro. No como una cosa que hay que dejar atrás, porque como ya se puso fea, hay que desecharla. No, no es así. Aquí vivimos.