Amo la vida (II)

Luego, cuando yo tenía 13 años murió mi hermanita más chica

DIEZ

Del primer ser vivo muerto que tengo conciencia es de un perrito atropellado frente a la escuela cuando yo tenía 10 años. Vi cómo le pasó un carro encima, y luego que pasó el vehículo, vi que el perro no se levantaba, rodeado de sangre quedó y luego otros carros le pasaban encima, y allí quedó. Y luego vi a un gatito que un vecino de mi edad de 10 años, igual, lo metió a una cubeta de agua  lo sostuvo hasta que lo ahogó, yo le pregunté por qué lo hizo, y me contestó que escuchó que los gatos tienen siete vidas, y entonces va a resucitar porque le quedan seis. "Además no te importa", me dijo.

ONCE

Luego, cuando yo tenía 13 años murió mi hermanita más chica. Mi madre al despertar vio que estaba muerta y lloró bastante. Al parecer la picó una araña, quizás, porque tenía un moretón en la pierna. Mi padre salió a conseguir apoyo y cuando regresó ya traía unos documentos y una cajita blanca en la que estuvimos velando hasta el día siguiente que la llevaron a enterrar.

DOCE

Luego en la Normal murieron la mamá de un amigo y el papá de otro. Fui al sepelio. Los acompañé una parte de esas horas de dolor y llanto. Y de alguna manera yo veía todo como desde otra galaxia, con menos conciencia de la vida, y sobre todo del dolor que causa, aun sabiendo que es parte de un ciclo. Hasta que murió mamá en el 2001, papá en el 2017, un hermano en este 2021. Y muchos conocidos lejanos y cercanos míos en el año pasado y en este.

TRECE

Yo sé lo que se siente cuando fallece un familiar de un amigo. Lo he vivido. Luego de unos días o semanas reflexiono sobre el ciclo de la vida. Y recuerdo que amigos y yo leímos temas de filosofía sobre el origen de la vida, del hombre y su destino, etcétera, y en cada respuesta  mis amigos y yo encontrábamos nuevas preguntas, de las cuales seguimos buscando hasta hoy las respuestas.

CATORCE

Hay un poema que me gusta mucho, llamado precisamente "Despedida", escrito en el umbral de la vida y la muerte, por  el poeta Alejandro Aura. Transcribo un fragmento: "...Lo que queda no hubo manera de enmendarlo/ por más matemáticas que le fuimos echando sin reposo, /ya estaba medio mal desde el principio de las eras/ y nadie ha tenido la holgura necesaria para sentarse/ a deshacer el apasionante intríngulis de la creación,/ de modo que se queda como estaba, con sus millones,/ billones, trillones de galaxias incomprensibles a la mano,/ esperando a que alguien tenga tiempo para ver los planos/ y completo el panorama lo descifre y se pueda resolver./ Nos vamos. Hago una caravana a las personas/ que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós."

QUINCE

Así que no lo dudes. Si amas la vida disfrútala y cuídala. No tendrás otra, y mucho menos varias como el gato, que dicen tiene siete, y no. Amar la vida es  hacer la llamada mil veces pospuesta, escribir la carta y mandarla, pedir perdón. Disfrutarla es valorar cada día como el último. Es no buscar tener más cosas, sino ser más, sonreír en las buenas y en las malas. Prepararse esa comida que anhelas, compartir, viajar. Y todo lo que tú consideres hacer por gusto, que te proporcione alegría, de acuerdo a tus valores. Claro, con pleno respeto a los demás y a cualquier forma de vida.