Asperger, las palabras en el ser (I)

EN EL PRINCIPIO FUERON LOS AUTÓGRAFOS. Cuando llegó Álvaro Solís generoso repartió un libro, como pan recién salido del horno

EN EL PRINCIPIO FUERON LOS AUTÓGRAFOS. Cuando llegó Álvaro Solís generoso repartió un libro, como pan recién salido del horno, a los presentes, compartiendo así los poemas incluidos en el libro "Asperger". Y ni tardo, aprovechando los minutos previos, le pidieron dedicarlos. Escribió lento, pensando. Bella su tipo de letra, de escritor. Pluma azul. Su pluma es negra, pero de momento no la encontró de su mochila. Se le miraba alegre, tranquilo, como colibrí en su vuelo, pez en su agua. Era una de sus presentaciones de libro, recordando que era el segundo que presentaba en Villahermosa. Y esto luego del primero, "Solisón", allá por el 2006, en El Jaguar Despertado, la otrora, galería de Villahermosa muy visitada por sus actividades culturales.

FUE EN EL LOBBY DEL HOTEL VIVA, foro cultural muy activo, y más ahora por las celebraciones del 65 aniversario del Diario Presente. Jueves 15, que anuncia fin de semana. Fue Juan de Jesús López, poeta, encuadernador y promotor cultural, quien ofició de moderador. Lo hizo con presentaciones equilibradas de cada uno de ellos. Y empezaron las participaciones con el poeta y traductor Ulises Rodríguez Guzmán. Con su texto "La travesía de la locura" realizó un recorrido en una de las vertientes del libro: la música y los personajes poéticos de los poemas. Enuncia a Nicolás Tesla, de entrada, a Syd Barret (de Pink Floyd), el pianista Glenn Gould. Ellos y otros, personas que tuvieron la condición Asperger.

EL LIBRO ES SU CONTENIDO. Lo integran los apartados "Todo es la luz"; "The Piper and the Gates of dawn o el silencio de los últimos días de Syd Barret"; "La silla de Glenn Gould"; "Colofón de la memoria"; "La ciudad que no amanece"; y "Náyades". Aquí uno de sus poemas: "Atravesé el agua su coraza fría/ fui pez nauseabundo en agua parca/ también viví las peceras sí   las peceras/ desde donde miré la hambruna/ Fui látigo desaliento de sal entre la tormenta del fondo/ y movimiento bajo mi río primigenio/ Atravesé de las aguas   sus ganas  de ceniza/ y estoy ahora en el fondo   del fondo abrevo/ todas las letras que mueren sin escribirse".

EN SU INTERVENCIÓN, Álvaro comenta sobre el efecto de la música, que una ocasión que la estaba escuchando en su estudio, entró su hijo y preguntó sobre lo que escuchaba. Y él le pidió que escuchara y le tapó los ojos. "La música me habla, papá". Sorprendido le dijo que eso era imposible, que la música no tiene letra. "Me habla", reitera el niño. "¿Y qué te dice?" "Que tú no existes". "¿Qué más te dice?" "Que yo tampoco existo". No puede ser, le responde Álvaro ya algo asustado y preocupado. "Si tú no existes ni yo existo, entonces ¿quiénes escuchan la música y quiénes platican? ¿Qué más te dice?" "Que tú y yo somos amor".

BRILLANTE PRESENTACIÓN de la joven historiadora, ensayista, escritora y promotora de lectura, Sareyni López. Disecciona el estilo del libro y de los poemas en cada uno de sus apartados. Comenta sobre las figuras literarias utilizadas. Destaca las palabras y las imágenes recurrentes. Los personajes a los que se alude en el libro, que "comparten algo más de su tiempo, la condición Asperger". Sareyni reconoce que el poeta de quien presenta el libro, es uno de sus escritores preferentes de la poesía tabasqueña, y lo lee en Círculo de Poesía. El libro Asperger es silencio que canta, dice en el final de su bien hilado texto. (Continuará)