Campañas negativas

Las campañas negativas tienen como estrategia denostar al adversario por medio de la retórica pasando de la descalificación política al ataque personal.

El uso de campañas negativas en México, tiene como antecedente inmediato la de Andrés Manuel López Obrador contra el PRI y sus 80 años en el poder, efecto que sin embargo duró 18 en años en encajar dentro del electorado azteca, combinado desde luego por el hartazgo institucional que generó voto masivo durante la elección del 2018.

Sin embargo esa estrategia como instrumento de manipulación electoral, no le funcionó al hoy presidente en su agua, Tabasco, ni en 1988 cuando apareció por primera ocasión en la boleta electoral, ni en el proceso local de 1994. Tardó en madurar más de 30 años y a ras de suelo.

Las campañas negativas tienen como estrategia denostar al adversario por medio de la retórica pasando de la descalificación política al ataque personal.

Pero como diría el politólogo Daniel Eskivel,  no todo es lo que parece y menos en política, donde algunas acciones que parecen ataques políticos, en realidad es violencia o agresividad verbal.

Y es que luego de observar la "estrategia mediática" de Lorena Beaurregard de los Santos abanderada de la coalición PRI -PAN y la violencia de su lenguaje político que podía rayar en descontrol emocional, podríamos comparar el ¿por qué? de la similitud en el fracaso de este tipo de estrategia.

Aun cuando estas comparaciones son odiosas, si se asemeja la actual, a la campaña opositora del 88 y 94,  pese a la "burbuja de incomodidad" ciudadana que pudiera observarse en redes sociales.

Aquí es donde la Psicología política, cede púes ante la psicología social. En el pasado inmediato pegarle al poderoso PRI con todo y su maquinaria institucional, era un patrón de comportamiento que estaría replicando lo que sucede en 2024:  pegarle pues al "peje" en Tabasco, es hasta pecado electoral y en una  especie de identidad colectiva.

Sin embargo, Lorena no debe bajar la guardia en su estrategia. Pero si esperar sus respectivos 30 años para poder madurar la idea. Eso si,   caminando en todo terreno y muy lejos de los aires acondicionados.

Digo, si no se cansa en ésta.

 Kybalión.- Y si el chantaje emocional es una forma inadecuada, irrespetuosa y agresiva de estrategia política, de risa resultó el señalamiento emitido por Lorena Beaurregard, contra el Presidente del TSJ Enrique Priego Oropeza, de tener el negocio del siglo en el poder judicial solicitando hojas blancas para imprimir expedientes.

Sin acusación  alguna de corrupción, reinventar este tipo de acusaciones ochenteras dejan la estrategia de combate electoral del PRI-PAN en el pasillo de las incoherencias.

La mente podría ser un excelente campo de batalla; pero así, como que no encaja en un nivel de debate que la sociedad exige de mayor calado.