Cartas de amor

Escribir es la maravilla


UNO DE LOS MOMENTOS MÁS GRANDES del ser humano es escribir una carta a una persona amada.  Dos almas corpóreas se unen en la complicidad de la palabra, en esa comunión. La dicha de escribirla y la correspondiente y anhelada dicha al  leer la respuesta se complementan.  Por eso el nombre de correspondencia.

HACE YA ALGUNOS MESES recibí la invitación para asistir a la presentación de un libro. La recibí de su autora María Gabriela González. El libro es "Tu amor dibujado en letras". Y contiene las cartas que su padre y madre se escribieron. Sus padres son nuestros conocidos y estimados Gabriela Gutiérrez Lomasto (+2013) y Agenor González Valencia (+2017), personajes del mundo cultural de Tabasco, ya fallecidos ambos.

ESCRIBIR ES LA MARAVILLA. Escribir y recibir cartas es doblemente maravilloso. Es uno de los más altos grados de humanidad. Van en ellas siglos de historia con la escritura. Va el contacto de almas. Van los tiempos juntos del presente y del pasado. Se vislumbra futuro. Va el enlace de dos que se encuentran distantes en lo geográfico. Tan cerca en el alma y corazón.

"USTED NO ME CONOCE", me había dicho la autora en el mensaje inicial, como preámbulo a la invitación. Y efectivamente así es aún hoy. Aunque estoy convencido que personas que no se conocen, son almas que coinciden. Y en este caso es así. Coincidimos en tiempo. En el espacio de este bello, húmedo y caluroso estado tropical. Y físicamente no nos conocemos, pero la vi en la presentación del libro. Yo tenía que estar, por la amabilidad de la Generosa invitación. Y por el tema sustancia del libro: el género epistolar, que como lector yo amo.

QUIENES ACOMPAÑARON A LA AUTORA fueron Miguel Ángel Ruiz Macdonel, poeta, ensayista y funcionario cultural de la universidad. Y Jorge Priego Martínez, de amplio curriculum, historiador apasionado. Ambos estimados autores de libros. Y siempre activos en creación propia y participantes en diversos eventos de arte y cultura. Jorge ya había adelantado al público el texto de la presentación, en el diario Presente un día antes.

SOY LECTOR DE CARTAS y escritor de algunas. Por eso no me podía perder el evento. Hace ya muchos años me encontré un libro epistolar de William Saroyan, escritor de origen armenio, de cultura estadounidense. El libro es "Cartas desde la Rue Taibot". Lo compré en una venta de libros viejos. Son cartas que el autor escribe a Dios, a un tío, al viejo vendedor de periódicos, a una maestra de primaria. Y muchas otras. Y lo hace con un estilo íntimo, cercano a la forma de hablar de todo lector. Pero además cartas con la maestría del escritor. Son evocaciones a un pasado, nostalgia a carne viva.

MUY DISTINTAS LAS DE SAROYAN, a las cartas del libro que presentó María Gabriela. Estas son íntimas. Comunicación de pareja. Pero con la salvedad que son de escritores. Se cuentan sus anhelos. Su día a día. Llegando ser un total de 234 cartas, que cubren un periodo de 1959 a 1964. En ellas queda el registro del sentimiento de ambos, dos enamorados. Pero también circunstancias del lugar donde radican, y por lo que está pasando cada quien. Es decir, no solo la miel de la relación, sino también lo que sucede alrededor de sus familias. Las peripecias de lo cotidiano. Y sucesos de las familias que les son cercanas.

MUY CONOCIDOS EN TABASCO los personajes autores de las cartas, atrajo la atención de muchos. Lleno el espacio de Gabolibros, se habilitó una pantalla para que en el exterior pudiera verse el evento con comodidad. Siendo esta la primera presentación de dicho libro, sería buena, a manera de sugerencia, otra en un auditorio para 150 personas o más. El libro y su contenido lo merecen. La autora y las personas-personajes -Doña Gaba y Don Agenor- lo merecen. Los tabasqueños lo merecemos.

MIGUEL ÁNGEL RUIZ, en un magnifico ensayo, a manera de presentación, destacó la correspondencia de Juan Rulfo a Clara Aparicio. Y asimismo destacó otras relaciones que quedaron registradas en cartas, con las de Andrés Iduarte y otras más que ha buscado y cuyos ejemplares, al menos uno, no se encuentran disponibles para el público.

POR SU PARTE JORGE PRIEGO, quien fue muy cercano en amistad a Doña Gabriela, y es autor del prólogo del libro, leyó el documento que ya había publicado en el diario Presente. Ameno siempre Jorge,  de entrada evoca en el prólogo la sensación ansiosa de esperar al cartero por parte de los enamorados, y esa diferencia actual de comunicarse de manera inmediata mediante la internet. En general Jorge Priego hace un recorrido puntual del camino que se tuvo que realizar para ver publicado el libro, desde su origen en el encuentro de las cartas por parte de María Gabriela, quien antes en el programa de Telereportaje, había dicho que fue casi mágica la manera como llegó a ellas.

EL PREÁMBULO, LA PUERTA para entrar a las cartas de Doña Gaba y Don Agenor, es una detallada, lúcida y bella descripción del camino recorrido por María Gabriela Malievich González Gutiérrez desde el descubrimiento de dichas cartas, la manera de llegar a ellas, hasta su publicación. En medio un trabajo exhaustivo de investigación, de ordenación cronológica, con las dificultades relacionadas a cuál carta es la respuesta de una y otra, así como del trazo de Don Agenor. Pero también destaco la reflexión de María Gabriel sobre el destino de las cartas, que finalmente fue la mejor: el libro "Tu amor dibujado con letras".